El debate de la primera dama
Una mirada diferente al debate sobre el atuendo que la primera dama, María Juliana Ruiz, usó durante su visita oficial a la Casa Blanca. La moda puede ser una herramienta importante para mandar un mensaje. Por Pilar Luna Cuando Andrea Echeverri se vistió de gramófono para los Premio Grammy, más que ridiculizar un evento estaba transmitiendo una postura. Quería que la vieran y que le abrieran un espacio más grande a la música latinoamericana. Quería hacer entender a quienes entregan los premios que la música es un lenguaje universal y que nuestros países deben ser escuchados. Literalmente se llevó, según dijo, el Grammy puesto. Y todo el mundo la vio. Y aunque las críticas no se hicieron esperar, logró su cometido: la escucharon. Y todo eso se logró a través de un atuendo, a través de la moda. Por eso, banalizar el tema es muy banal. Entiendo que hay que hacer críticas respetuosas y que el matoneo no cabe aquí, pero el debate sobre el vestido que la primera dama, María Juliana Ruiz, usó durante su visita a la Casa Blanca, sí se debe dar. Se debe dar con respeto y altura, pero también con la convicción de que a