Por Pilar Luna
Fotos: AFP
Extravagante, audaz, roquero, macho, femenino y hasta clásico… Freddie Mercury no sólo fue un gran ídolo del rock, sino un experto en imagen que logró posicionar su estilo ecléctico como uno de los más representativos del momento.
Mientras el mundo se deleita recordando al gran Freddie Mercury y la actuación de Rami Malek es objeto de muchos elogios, incluso como candidato número uno a llevarse el Premio Oscar, el filme de Bohemian Rhapsodyse convierte en un fenómeno taquillero. Los fanes de Queen, con algunas excepciones, aceptan esta versión de la vida de su líder, incluso con las licencias biográficas que se permitió su director Bryan Singer, mientras que quienes apenas llegan a conocer a la famosa banda inglesa se descretan con la genialidad de su música, sus composiciones, su experimentación y con los diferentes matices que alcanzaba la voz de su legendario vocalista, nacido en Zanzíbar (Africa).
Sin embargo, hay un ingrediente de esta historia que es trascendental y que la película resuelve muy bien. Los looksque utilizaba Mercury y que lo convirtieron en una estrella icónica también para el mundo de la moda, donde transgredía cualquier estilo y se paseaba sin recato por varias estéticas muy difíciles de calcar. Con una tendencia marcada por un estilo glam(el glamour en su máxima expresión) que despuntaba por esa época para el rock, Mercury transgredió cualquier pauta estética y, obsesionado con la moda, logró cautivar a su público a través de varias tendencias que le dieron el título de “rey” (que jugaba con el nombre de la banda).
Desde unos jeans desteñidos que le llegaban hasta la cintura con un marcado lookde macho alfa, hasta su famoso traje blanco de Zandra Rhodes —una de sus diseñadoras preferidas—, que usó en 1973 y con el que le demostró al mundo que definitivamente no seguía ninguna regla estética establecida y que su lado femenino le salía por los poros, Mercury usó la moda como una herramienta para marcar la diferencia de su banda y de sus shows. Hablar del estilo de Mercury es muy difícil porque más que seguir un protocolo de una época, de una tendencia o, incluso, de un momento histórico donde los roqueros tenían algunas prendas o materiales icónicos que eran parte de su uniforme, él sabía que en la extravagancia estaba el secreto para seducir a un público ávido de buena música, pero también de ídolos que se convirtieran en modelos de rebeldía.
El inglés se paseó por una onda bastante oscura, cuando al principio de las puestas en escena de la banda, usaba uñas pintadas de negro, pelo largo, ropa muy ajustada y brillante, infinidad de accesorios, maquillaje y hasta zapatos de tacón. Su teatralidad en el escenario hacía que el público se involucrara mucho con la banda, algo nuevo también para la escena del rock, y sus mensajes a través de la ropa hablaban de una época muy fuerte y dramática, donde no solo quería ser aceptado, sino que también estaba definiendo, incluso, su sexualidad.
Sus famosos leotardos eran un claro ejemplo de su tránsito por ajustarse a un mundo en el que muchas veces se veía, y se sentía, como un extraterrestre. Su mezcla de abrigos de piel, con algunos momentos circenses y una que otra prenda que claramente se veía que provenía de la estética militar, mandaban mensajes muy claros sobre sus ideas, sus miedos, su educación y sobre todos sus fantasmas.
El rey de Queen
Su “coronación” como el rey del momento fue tan evidente que llegó a usar toda la indumentaria de un gran monarca —incluida la corona—, pero con algunas licencias roqueras, como un pantalón de cuero rojo, bastante extravagante como complemento de este exótico look.
Posteriormente, fue cambiando su estilo por uno mucho más varonil donde los jeansaltos, las chaquetas de cuero y las camisetas simples eran la consigna para demostrar que él tenía muchas caras y que su masculinidad también se podía reflejar a través de su ropa. El artista jugaba con las prendas que en algunos conciertos muy legendarios llegaba a quitarse hasta quedar en pantalones cortos únicamente, como ocurrió en Montreal (Canadá). Su outfit más icónico fue el usado en Wembley en 1986 cuando con un bigote muy poblado (para disimular su enorme dentadura) cantó luciendo un pantalón blanco con franjas rojas, una chaqueta amarilla, camiseta blanca, cinturón del mismo color y sus ya reconocidas zapatillas Adidas Hércules, heredadas de su gusto por el boxeo que practicó cuando era muy joven.
Algunos podrán decir que, por el histrionismo de Mercury en escena, lo que hacía era disfrazarse, incluso cuando quiso hacer una parodia de una novela del momento e hizo que toda la banda se vistiera de mujer, pero lo que realmente pretendía era usar la moda para mandar muchos mensajes que tenían que ver con todo lo que ocurría en su vida y todo ese maremágnum de emociones efervescentes dentro de él permanentemente. Así logró un estilo único y muy ecléctico con prendas que han inspirado a varias firmas de lujo en la propuesta de algunas de sus colecciones.