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Una buena forma de mandar mensajes políticos es a través de la moda y de ahí que el 20 de julio, el día que se instaló el Congreso en Colombia, se convirtió en el momento perfecto y el escenario ideal para pavonearse con atuendos con significados poderosos que fueron más allá de lo estético.

Por Pilar Luna. Fotos: tomadas de Instagram

En la instauración del nuevo Congreso de Colombia el pasado 20 de julio se vivió, por primera vez en la historia del país, un ambiente cargado de momentos de moda poderosos a través de los atuendos, diseñadores, marcas y elecciones de estilo que escogieron algunos de los protagonistas del día y que abrieron la polémica.

Llevo más de 30 años cubriendo moda en Colombia y es la primera vez que veo este despliegue de comentarios y opiniones (certeras o no) sobre los atuendos que se vieron el 20 de julio. Obviamente, esta sorpresiva explosión de comentaristas de estilo que aparecieron de la nada tiene mucho que ver con la polarización que se vive y la forma como estos “nuevos críticos de moda” piensan que deben atacar a sus oponentes.

Pero más allá de eso, el hecho de que los looks de quienes se “invistieron” ese día como senadores y congresistas estuvieran en la agenda de los medios de comunicación ya es un logro bastante representativo para entender que a través de la moda se puede hablar de una manera muy potente y mandar mensajes poderosos.

Los mensajes que nos dejaron

No voy a ahondar aquí sobre los momentos más importantes en los que la moda y la política han hecho un maridaje poderoso porque es tema de un artículo mucho más extenso y lo que quiero ahora es tener una reflexión de lo que se vio en el Congreso.

El hecho de que este Congreso tenga un gran porcentaje de nuevos y diversos integrantes también permitió que la “alfombra roja” del 20 de Julio se convirtiera en una muy buena expresión de lo que implica mandar mensajes claros y contundentes a través de la moda. Es el momento de que Colombia realmente entienda la diversidad, que la respete y que logre asumir como colectivo que somos un país multicultural, que cada una tiene una riqueza infinita y que al respetar cada forma de expresión se puede tener un mejor país.

Un manifiesto de moda

La marca Manifiesta creada para darle una oportunidad de trabajo a excombatientes reinsertados en el proceso de paz, tuvo su buen momento en la alfombra roja, gracia a la representante Jennifer Pedraza, quien se vistió con un blazer de lana rosa, teñido naturalmente con cochinilla, flores ojo de poeta y eucalipto, de la colección Jardines del Espacio de Reincorporación de Iconozo (Tolima). Este look fue diseñado por Tarpui (Lina Bermeo) y confeccionado por Nico, quien es el encargado de hacer las chaquetas de Manifiesta.

Según los involucrados en su diseño esta prenda habla de reconciliación y es un apoyo a la implementación de los acuerdos como una forma de defender la vida, desde su propio origen, la tierra.

Catherine Juvinao mandó varios mensajes a través de su vestimenta.

El morado y la fuerza femenina

Catherine Juvinao, representante por el Partido Verde, se vistió con un accesorio morado que simboliza el aumento de la representación femenina en el poder y un vestido blanco y negro, diseñado por Paula Colombia, con un mensaje que decía “despertamos” con el que reforzaba la idea del cambio que se está viviendo actualmente en el país.

Martha Peralta llevó una manta Guajira tejida por artesanas wayúu.

Moda étnica

De las cosas más interesantes que pasaron con respecto a la moda que se vio en la instalación del Congreso fue ver a los representantes de las minorías portar con orgullo atuendos que tienen una gran carga cultural.

Por un lado, la senadora Martha Peralta llevó una manta wayúu de la diseñadora Blanca Fernández y fabricada por artesanas de La Guajira. Como es bien sabido, las mujeres wayúu tejen coloridos diseños con técnicas que han aprendido de generación en generación y el hecho de que se vea esa expresión de una cultura ancestral es muy importante para entender que somos un país cuyos pueblos indígenas tienen que tener una muy buena representación en la política porque son nuestras raíces.

La primera palenquera en el Senado se fue vestida con un atuendo de prints africanos y turbante.

Por otra parte, también se posesionó la primera representante palenquera Cha Dorina Hernández, quien fue elegida por el Pacto Histórico, y como era de esperarse usó un atuendo típico de Kolo Altamixtura, una marca que se especializa en diseños con tela africana y que, como es bien sabido, representa todo el poder de las negritudes.

María Fernanda Carrascal usó un traje de MAZ y un cinturón elaborado por firmantes de la paz

Moda + artesanía

María Fernanda Carrascal, electa para la Cámara por Bogotá, eligió un vestido negro de Manuela Álvarez (MAZ), una marca multicultural de moda ética que se ha destacado por trabajar con artesanos de todo el país. El cinturón que llevó la joven política es de tejidos chakana de los firmantes de la paz y también se puso dos pañuelos, uno verde y otro morado, como símbolos de la lucha feminista.

Diseño de Alado y tejido por artesanos del Urabá antioqueño, este traje de Berenice Bedoya es muy significativo.

La senadora paisa Berenice Bedoya usó un vestido de molas diseñado por la marca Alado, de Alejandro González y Andrés Restrepo, y tejido a mano por indígenas Tule del Urabá antioqueño.

Estas son algunos de los looks del Día de la Independencia, pero lo que hay que recalcar es que todo este despliegue de atuendos sirvió para reivindicar la importancia de entender la moda desde sus manifestaciones más profundas y no desde donde la han querido poner muchos “opinadores” que desconocen lo que hay detrás de un buen atuendo.

Aquí no solo hablamos de mover la industria nacional, algo que es clave, sino también de que se ponga sobre la mesa este tipo de discusiones sobre lo importancia que tiene comunicarse a través de la moda.   

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