La diseñadora cartagenera Beatriz Camacho presentó en Colombiamoda 2020 la colección que ya venía trabajando con Arkitect desde antes que empezara la pandemia. Siguieron adelante para mostrarla en un escenario virtual y rindiéndole un homenaje a nuestras selvas.
Por Natalia Díaz. Fotos: Cortesía Colombiamoda
Cuando llegó la pandemia por Covid-19 a Colombia en marzo, ya Beatriz Camacho había afrontado el reto de producir por primera vez una colección para una marca de consumo masivo. Como es ya tradicional, para Colombiamoda, el Grupo Éxito con su marca Arkitect, elige cada año a un diseñador colombiano para desarrollar una colección, dentro de su objetivo de democratizar la moda.
La experiencia la resume Beatriz Camacho como una noviazgo que empieza. “Nos fuimos descubriendo y dándonos cuenta que tenemos principios en común que nos enamoran. Por ejemplo, el apoyo que el Éxito le da a la industria nacional, a los textiles nacionales, a las mujeres trabajadoras, eso me gustó. También compartimos el tema central: yo quería hacer una colección inspirada en nuestra riqueza natural, nuestra flora y fauna”.
De ahí el título de la colección ‘Amazonas’ y los estampados que fueron desarrollados por el equipo de diseño de la creadora, que en realidad son un recorrido por nuestras selvas: palmas, orquídeas, plantas carnívoras, leopardos, caimanes.
Como buena relación de pareja, también tuvieron que hacer renuncias y negociar. “Para mí era importante usar, en lo máximo posible, telas naturales y biodegradables y ellos fueron condecendientes hasta donde pudieron. Logramos que casi 75% de las fibras utilizadas en la colección fueran naturales y con procesos poco contaminantes, como algodón y lino”, cuenta Camacho.
Esta relación le permitió a la diseñadora traducir su voz a otro idioma, a otro público, pero conservado su tono, su ADN, que se ve reflejado, no solo en los prints sino en algunas siluetas y cortes: tipo pañuelo, largos asiméticos, vestidos ligeros y con movimiento.
“Yo me emocioné muchísimo cuando ellos me hicieron la propuesta porque es una manera de traducir mi voz a otro idioma, a otro público”, comenta Camacho. Una voz que desde hace unos años lleva un mensaje contundente sobre la sostenibilidad y la responsabilidad que los consumidores tenemos a la hora de comprar.
“Debemos ser cada vez más analíticos al hacer una compra. Preguntarnos como consumidores por el origen, por el pasado de ese producto: ¿de dónde viene?, ¿quién lo hizo?, ¿fue bien pago?, ¿se hizo en condiciones adecuadas?, porque no podemos ser cómplices de la esclavitud y el maltrato laboral”
También, dice la diseñadora Beatriz Camacho, hay que pensar en el presente de ese objeto: “¿Es un impulso, un capricho esta compra, o realmente lo voy a usar y a usar varias veces? Y no hay que olvidar el futuro: ¿Me va a durar, tiene reúso, sus materiales son biodegradables? Debemos pensar que esas prendas que compramos tengan un valor, que inspiren a usarlas y a conservarlas”, concluye.
El mundo digital
Superado el reto de producir esta colección con otra voz, vino el segundo, ya en medio de la pandemia por Covid-19: ¿Cómo presentar la colección? ¿Cómo producir una puesta en escena, una experiencia distinta?
“No tengo mucha experiencia en lo digital, confié en la propuesta que me hicieron para el video, teníamos que experimentar, pero fue difícil porque yo estaba en Barranquilla, la producción fue en Medellín y la edición en Bogotá. Yo amo los desfiles y me gusta controlar todos los detalles: la flor, el peinado, el nudo… soy muy quisquillosa y todo esto tocó hacerlo a larga distancia”, cuenta Camacho.
La puesta en escena es un performance en el que la presencia física de las modelos se fusionó con una historia que recorre las selvas colombianas en un escenario 3D creado en Unreal, con animación virtual, firmado en chroma key. La composición sonora se hizo en formato 8D, describiendo momentos de la biodiversidad del territorio selvático, lo cual hace que la experiencia sea más envolvente para los espectadores.
La colección
‘Amazonas’ está compuesta por 59 referencias de prendas y cinco de calzado, e incluye vestidos, bodysuits, capri, pantalones, faldas irregulares, camisetas y sastres. La paleta de colores va desde el blanco hueso, pasando por el rojo, azul, gris y negro, contrastados por una amplia gama de verdes. La colección está divida en cinco historias:
Lino: con estampados de orquídeas y palmas, como acuarelas, que hacen sentir el viento fresco y tropical que las mueve.
Noche: en prendas en denim, que representan la luz de la noche en la selva, y estampados de orquídeas y plantas carnívoras, que crecen sobre la noche oscura, representado en el azul marino.
Selva: predominan el blanco y el verde, con estampados de palmas, leopardos y flores que van contando distintas historias.
Caimán y orquídeas: acompañado de orquídeas exuberantes, grandes, combinadas con la piel del caimán en verde, su base es el verde olivo estampado con negro.
Paraíso: combinación de positivo y negativo, tonalidades entre negro, blanco y color que juega con las orquídeas, flor que nos representa como país.
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