La famosa Gala del MET 2021, llamada “America: A Lexicón of Fashion”, que acaba de pasar en Nueva York, tuvo una carga emocional compleja por el regreso después de la pandemia y ese homenaje a la moda de Estados Unidos que se anunció como una forma de apoyar la industria. Esto fue lo que vimos.
Por Pilar Luna
Anunciar un homenaje a la moda “americana”, empezando por entender que América en este caso y cómo ha sido históricamente se refería específicamente a Estados Unidos, requería de adentrarse en su historia, sus orígenes y su forma de asumir el estilo.
El ejercicio no pudo ser más desilusionante si vamos a ser puristas. No solo porque no estuvo reflejada la historia de la moda de Estados Unidos con la muy escasa representación de su esencia y de su identidad, sino también por la ausencia casi total de nombres como Halston, Donna Karan, Diane von Fürstenberg, Vera Wang, Bill Blass, Anne Klein, Calvin Klein, Ralph Lauren, Tommy Hilfiger, Marc Jacobs, Tom Ford, Michael Kors y hasta la misma Carolina Herrera, quien hace parte de la élite de la industria norteamericana.
Aunque varios de estos nombres si tuvieron presencia en la alfombra roja, no fue con la magnitud que se hubiera esperado. Fue más bien de una forma muy tímida y con poca orientación a lo que se pedía. Algunos de los que se vieron en uno que otro look, no conectaron mucho con el tema y quienes ya no tienen su marca vigente, tampoco fueron escogidos por los asistentes a la gala, así fuera como inspiración, homenaje o en algún outfit vintage, que enalteciera lo que significaron para la historia del país.
Hay maneras de asumir estos retos de estilo que pone Anna Wintour y su equipo cada vez que se anuncia esta gala y, de hecho, por lo general, se pone en juego no solo la creatividad de diseñadores, estilistas y celebridades, sino que, a diferencia de cualquier otra alfombra roja, también se pone sobre la mesa el conocimiento que se tiene sobre los movimientos y la historia de la moda. Y por lo visto en esta oportunidad se rajaron.
Vaqueros, denim y algo más…
Lo primero que hay que decir es que, aunque Estados Unidos en buena parte puede ser de vaqueros, denim y Lejano Oeste, no es lo único. Quizá se esperaba que se viera mucho más de esta inspiración que estuvo presente en looks como los de Jennifer López, con atuendo de Ralph Lauren y Lupita Nyongó, quien homenajeó la industria del denim estadounidense con un atuendo de Versace, pero el tema no fue tan recurrente.
Otro que se fue de vaquero de lujo, también de Versace, fue el colombiano Maluma, que llegó invitado por la mismísima Donatella, y bien podría haber sido parte de una película del Viejo Oeste, en su versión más glam.
Interesante, también, la propuesta de la estrella de K-Pop, CL (Lee Chaerin), quien usó un diseño de Alexander Wang que consistía en una enorme capa de denim en la que se podía apreciar la mezcla de las dos culturas: por un lado, uno de los materiales icónicos de USA y por otro, una silueta con algunas referencias de los Hanbok, el vestuario tradicional coreano. Su peinado también se inspiró en el que usaban las reinas de su país cuando existía la monarquía.
Una pareja que pasó inadvertida, pero que también decidió usar un atuendo inspirado en los vaqueros, fue la de Pharrell Williams y Helen Lasichanh, quienes se vistieron de Chanel, en looks coordinados.
Sobre el algodón y los esclavos
El algodón, la fibra textil más cultivada en Estados Unidos y con la que se elabora el denim, también es parte esencial de su historia con toda la connotación social que esto tiene. Uno de los atuendos más contestatarios fue el de el actor Jeremy Pope, quien le rindió un homenaje a los esclavos negros de las plantaciones del sur de Estados Unidos, quienes con su trabajo son el símbolo de lo que significa esta industria.
Las divas de Hollywood
Otra buena parte del estilo estadounidense es el de las divas de la época dorada de Hollywood donde el glamur y la sofisticación fueron parte fundamental de lo que representa hoy la industria del cine para Estados Unidos.
Aquí tiene una especial mención una de las coanfitrionas de la noche, la cantante Billie Eilish, quien, con su homenaje a Marilyn Monroe, en un imponente traje firmado por Óscar de la Renta, logró despertar ese significado de lo que representaron épocas como los años 50 y 60 para la moda estadounidense.
Otra que se vistió de diva fue Kendall Jenner, quien quiso emular el estilo de Audrey Hepburn en el clásico My Fair Lady y llevó un poderoso Givenchy (no podía ser de otra forma).
La modelo Kaia Gerber, la hija de Cindy Crawford, también pensó en una de estas figuras de la época y vestida de un Óscar de la Renta negro se vio como el Halston que usó la modelo y activista Bianca Jagger, en la Met Gala de 1981.
Emily Blunt en vestido brillante de Miu Miu bien podría parecer una estrella de Hollywood de sus años dorados, lo mismo que Gigi Hadid que usó un Prada con corpiño negro y guantes de cuero en el mismo color.
Barbie Ferreira con un look de Johathan Simkhai con corpiño y perlas, también construyó un aire de ese glamur cinematográfico con una onda proveniente del estilo burlesque muy conocido en ese Hollywood de vieja data. La actriz Yara Shadi se inscribió en esta onda de recrear la época dorada de Hollywood con un traje firmado por Dior.
Óscar por siempre
Tal vez la firma estadounidense más utilizada durante la noche fue la del gran Óscar de la Renta. Aquí si cabe el tema americano si se tiene en cuenta que el diseñador nació en República Dominicana, pero hizo su nombre en Estados Unidos. Se vieron varios trajes de él, pero quisiera resaltar el que llevó la gran jefe pluma blanca, Anna Wintour, quien se vistió de flores para homenajear a su gran amigo y quien fuera uno de los grandes nombres de la historia de USA.
La bandera y otros íconos
Cuando se habló de que el código de vestuario de esta primera gala tenía como tema central la Independencia de Estados Unidos, se pensó que la alfombra roja iba a estar invadida de versiones vanguardistas de la bandera con interpretaciones de toda índole. Lo cierto, es que no se usó mucho ese referente, pero si hubo algunos looks bien interesantes.
El primero, el de Debbie Harry, la cantante de Blondie, quien se fue de Zac Posen con un gran look alusivo a la bandera de Estados Unidos, y sin perder esa esencia roquera en un traje que mezcló una camisa de denim con una enorme falda roja y blanca en una especie de tul deshilachado. No se espera menos de alguien que ha sido ícono del rock y que pudo interpretar a la perfección ambos mundos.
Isabelle Huppert de alguna manera también tuvo su referente en el rojo de la bandera al elegir un Balenciaga de terciopelo de la colección primavera-verano 2022.
Lo mismo se puede decir de la modelo Ella Emhoff, hijastra de Kamala Harris, quien debutó en la alfombra roja de esta gala con un body rojo de Stella McCartney, muy en la onda deportiva y muy interesante. Este look hizo match con el de la gimnasta Nia Dennis, quien también vestida de un Adidas de McCartney, complementó el tono azul de la bandera.
Otro “azul bandera” lo puso la poeta y activista Amanda Gorman, otra de las coanfitriones, quien se vistió de un Vera Wang que hacía referencia a la famosa Estatua de La Libertad, todo un icono del país.
La modelo holandesa Imaan Hammam también acudió a esta referencia al usar un traje de Versace vintage que llevaba las estrellas que representan los diferentes estados de USA y que están grabados en la bandera.
El Tío Sam y el activismo
La futbolista Megan Rapinoe se fue vestida con un traje sastre rojo y camisa azul adornada con estrellas, de Sergio Hudson y un mensaje en apoyo a la comunidad LGBTI+, a la que pertenece, con un clutch que decía “In gay we trust” (en los gays confío), un juego de palabras con la frase clásica “In God we trust” (en Dios confío). Y en el mismo sentido, el actor Dan Levy con un look de Loewe, desplegó un diseño muy original que parecía un mapamundi y que como él mismo dijo: “celebraba la resiliencia, el amor y la alegría de la comunidad LGTBI+”
Otro de los mensajes que se vieron en la alfombra roja, y que ha sido muy polémico, fue el de la modelo y actriz Cara Delevingne criticando el patriarcado al llevar un look de Dior que era una especie de armadura en la pechera y en el que se podía leer “Peg the patriarchy”.
Por otra parte, también fue muy comentado el vestido que usó la política y activista boricua Alexandria Ocasio-Cortez firmado por Aurora James con su firma Brother Vellies, en el que se leía al estilo grafiti “Tax the rich”, un mensaje que habla de subirle los impuestos a los más ricos en medio de una gala llena de millonarios.
¿Qué pasa con Thom Browne?
Se puede decir que fue uno de los grandes ganadores de la noche si contamos el número de looks que llevaron su nombre. Es un hecho que el diseñador, oriundo de Pensilvania, ha logrado meterse en la cultura de su país al reinterpretar buena parte de los elementos clásicos que enfundan la moda y que, de alguna manera, son valorados por el “estilo americano” con un giro vanguardista bastante impredecible.
Nombres como la actriz Sharon Stone, Hamish Bowles, editor británico de Vogue, la cantante Erykah Badu, el actor Evan Mock, la actriz Maisie Williams y el comediante Pete Davidson, entre otros, fueron al mejor estilo de Thom Browne.
Homenaje a McCardell
No tan conocida en estos momentos, pero aportándole algo muy importante a la moda estadounidense, la diseñadora Claire Mccardell fue la precursora del estilo casual y deportivo y quien se inventó el vestido “monástico”, un traje de corte al bies con cinturón que se ajustaba al cuerpo para resaltar las curvas femeninas. Tal vez por eso Tory Burch quiso reivindicarla y le rindió su propio homenaje al llevar un traje a rayas que hablaba de su estilo en los años 40.
Ya vendrá el 2022…
Ahora bien, si hay algo muy “americano” son algunos movimientos provenientes de la música como el Hip-Hop o el Grunge y de eso no vimos casi nada. Tal vez lo más destacado fue el look del rapero Kid Cudi firmado por Louis Vuitton.
Sabemos que la “segunda temporada” de este “Lexicón de moda americana” llegará en el 2022 y esperamos que sea con una propuesta que identifique mucho más a la cultura de Estados Unidos, toda la riqueza de su moda y la diversidad de estilos que llevan a cuestas..