Su colección, bautizada con el nombre de “Valentina”, ofreció un recorrido musical y visual por las culturas española, árabe, indígena y africana para darle vida al mestizaje que recreó en sus prendas. Fue el cierre del Bogotá Fashion Week 2022.
Por Juliana Villegas. Fotos: Cámara Lúcida para BFW.
No había salido a escena el primer look y la música ya daba señales que lo que se vería a continuación. A ritmo de palmas flamencas surgieron, uno a uno, largos vestidos y faldas de seda y tafeta de seda negra de aire español con flecos y volantes y tops de voluminosas mangas enriquecidos con los intrincados plisados característicos de la marca. La silueta de los primeros predominantemente asimétrica (corta adelante y larga atrás) y en el caso de los segundos, el escote corazón se convirtió en protagonista.
A estos les siguieron, vestidos y tops blancos estampados con lunares negros o lisos de los que surgían mangas infladas de estilo árabe.
Una carta de amor a Colombia
“Valentina es una carta de amor a Colombia, a la mujer de alma alegre, diversa y apasionada, que resulta de una amalgama de culturas con herencia africana, indígena, española y árabe, que encontraron en este trópico su mejor refugio”, aseguró el diseñador.
Luego, los looks monocromáticos le dieron paso a prendas estampadas con la flor de San Juan, una cattleya labiata, conocida por su intenso colorido, que sirvió de preludio a la salida de vestidos rosa, fucsia y naranja, todos plisados.
La música tuvo, entonces, un cambio radical que marcó el paso a vestidos estampados con la misma flor en combinaciones de color superintensas (turquesa, naranja y rojo contrastados con verde hoja sobre fondo negro) y looks tropicales más desenfadados de top y falda corta o larga como una clara referencia a lo latino.
Lo anterior, intercalado con vestidos asimétricos con diversos escotes (recto y de un solo hombro con volantes) y colores (turquesa, diferentes gamas de verde, fucsia, magenta, rojo y vino). Como detalle, cinturones de colores contrastantes anudados en forma de lazo y sandalias planas con grandes moños.
Entre la sensualidad y el recato
“Las piezas de esta colección oscilan entre la sensualidad y el recato. El contraste entre siluetas fluidas y estructuradas, en las que los característicos plisados de la marca se destacan en múltiples piezas”, agregó el creador.
Un cierre con sabor colombiano que da cuenta de lo que la pandemia hizo con muchas marcas nacidas en esta tierra: aprender a mirar hacia dentro… a la enorme riqueza que este país ofrece.