Más allá de la discusión sobre sus significados o sobre lo que se puso cada una, lo que debemos rescatar de este momento histórico es que las protagonistas del momento apoyaron la industria nacional. Algo que para los diseñadores y para el sector moda, es fundamental.
Por Pilar Luna
El ropaje, una palabra muy bonita, por cierto, es una “vestidura larga, vistosa y de autoridad”, según reza el diccionario de la lengua española. También es un “vestido de ornato exterior del cuerpo”. Por eso quise traerlo a colación hoy, unos días después de la histórica investidura del presidente Biden, cuando sigue el eco de la forma en que se fueron vestidas las protagonistas del momento.
Empecemos por decir que el primer mensaje que mandaron estas mujeres poderosas fue muy contundente. Se va a recuperar el estilo estadounidense apoyando la moda nacional y varias marcas emergentes. Es un hecho que la primera dama anterior era célebre por usar ropa de firmas de lujo francesas e italianas y nunca estuvo muy interesada en los diseñadores norteamericanos. Esta nueva administración mandó un mensaje claro al escoger diseñadores jóvenes de origen estadounidense, que hoy, gracias a este despliegue mediático, son mucho más conocidas y cuentan con muchos más seguidores en sus redes sociales.
Lo primero que vimos fue a una Primera Dama usando unas marcas nuevas, y firmas de diseñadores jóvenes nacidos en Estados Unidos, pero algunos hijos de inmigrantes y cuyas filosofías se basan en una moda más consciente. El día anterior a la posesión Jill Biden eligió a Jonathan Cohen, un creador mexicano-estadounidense, muy enfocado en la moda sostenible. Tanto el tapabocas que usó, como el forro del abrigo, fueron hechos de tela reciclada.
El día de la investidura de su marido, Joe Biden, como el presidente número 46 de su país, optó por un abrigo y vestido azul de la firma Markarian hecho en el famoso Distrito Garment, de Nueva York, diseñado por Alexandra O´Neill y acabado a mano por la misma creadora en su taller en West Village. Fue un look con un espíritu retro cuyo traje era una versión moderna de una silueta clásica de los años 50, adornado con algunos cristales swarovski, que le imprimieron un toque muy romántico, sin perder la fuerza que simbolizaba el hecho de rescatar el estilo americano de antaño, pero renovado con la juventud de su creadora y la consciencia actual de velar por un planeta mejor. Según un comunicado de Markarian, el tono azul de este atuendo significaba “confianza, seguridad y estabilidad”.
El mensaje de Kamala Harris.
Kamala Harris, no se quedó atrás en este consciente apoyo a las marcas hechas en Estados Unidos, y en los momentos clave de la jornada de posesión siempre estuvo a tono, pero fue mucho más allá y optó por apoyar marcas de diseñadores afroamericanos. El día anterior usó un abrigo cámel con un diseño bastante interesante en la espalda: una multitud de pliegues cayendo en una especie de ola. “Creado por Kerby Jean-Raymond de Pyer Moss, un diseñador dedicado a poner a los afroamericanos de nuevo en el centro de las fábulas culturales del país”, según escribió Vanessa Friedman, en el New York Times.
El día de la investidura la vicepresidenta usó un traje de Christopher John Rogers, otro creador de color y con esto mandó un mensaje contundente sobre lo que significa ser la primera persona afroamericana en ocupar ese cargo. El diseño fue un abrigo y el vestido de color púrpura brillante que combinó con un collar de perlas del joyero puertorriqueño Wilfredo Rosado. Rogers, de tan solo 20 años y nacido Louisiana, cuenta con un taller en Nueva York, y se puede decir que tiene un estilo que combina ciertas técnicas de los costureros de antes, con un espíritu sobrio y glamoroso que se ve en la moda lujosa.
Aunque se ha especulado un poco sobre el significado del morado en su monocromático look, lo cierto es que el color púrpura sí tiene muchos significados en moda y la teoría que a mi en lo personal me suena más es que Harris eligió el color de la Organización sufragista original cuyo boletín de 1913 dice que: “El púrpura es el color de la lealtad, la constancia en el propósito, la firmeza inquebrantable hacia una causa”. Ya habíamos visto a la vicepresidenta usar un tono blanco en honor a estas mujeres y al poder femenino con un traje de corte masculino, el día de su discurso de victoria, y realmente tiene mucho sentido entender que haya tomado la misma línea.
El apoyo a la moda nacional
No quisiera repetir lo que ya ha salido en tantos medios y contar lo que usaron otras de las mujeres que fueron protagonistas de este día histórico, como Michelle Obama, Hillary Clinton, Lady Gaga, Jennifer López, Katy Perry, entre otras, porque la verdad no creo que aporte nada nuevo al describir sus atuendos y hablar sobre sus diseñadores; lo que sí quiero dejar sobre el tapete es la importancia que tienen este tipo de actos y de acciones para la industria de la moda.
Hoy ya sabemos más sobre quienes son varios jóvenes creadores emergentes de Estados Unidos, que bien sean de familias de inmigrantes, de raza negra o de orígenes diversos dentro de su enorme geografía, el hecho de que estas mujeres los hayan visibilizado significa que sus carreras, seguramente, se dispararán. El sector moda necesita este tipo de momentos para mover su economía y hay que dejar de pensar que hablar de sus ropajes es algo frívolo. No voy a entrar en la discusión de los significados detrás de los atuendos, pero sí quiero resaltar lo que implica que haya un apoyo importante para la moda de un país y que mujeres como las primeras damas, las vicepresidentas, las juezas, las senadoras, las artistas y demás usen unas determinadas marcas es un apoyo único y necesario para los diseñadores del país. ¡Qué tal si aprendemos un poquito de esto!
Fuentes: Vogue, New York Time, WWD