Whitman paró la producción de blazers, trajes y abrigos para dedicarse a crear tapabocas en medio de la coyuntura actual, pero también está marcando la diferencia con iniciativas distintas ¿Cuáles? CÓDIGO MALVA habló con Felipe Falla, CEO de la marca de ropa masculina, y esto fue lo que nos contó.
Por Juliana Villegas
Cerraron sus tiendas indefinidamente el pasado 17 de marzo, pero Sebastián y Felipe Falla, hermanos y creadores de la marca de ropa masculina Whitman, no se quedaron quietos: su tienda online funciona normalmente y sus redes sociales se han convertido en vitrina de recomendaciones musicales –con sesiones en vivo–, gastronómicas y fílmicas para acompañar virtualmente a sus seguidores durante el aislamiento preventivo obligatorio.
Además, decidieron iniciar la producción de siete mil tapabocas que serán donados a la red hospitalaria en Bogotá y habilitaron su página web para que quienes quieran donar mercados para personas en situación de vulnerabilidad en la ciudad, puedan hacerlo. Hablamos con Felipe Falla, CEO de la marca, sobre todas estas iniciativas.
¿Qué acciones debió tomar Whitman a raíz del anuncio de aislamiento obligatorio anunciado por el gobierno?
Por el lado de nuestros colaboradores, evaluamos todo con cabeza fría. Era un momento de mucho pánico y muchas empresas se apresuraron y tomaron medidas drásticas como despidos o suspensiones de contrato sin evaluar alternativas más equilibradas y sin medir el impacto negativo en la vida de una persona que queda sin ningún tipo de ingreso en esta situación.
Frente a nuestros clientes hemos replanteado toda nuestra comunicación; tenemos una plataforma que llega a casi sesenta mil personas, en su mayoría colombianos, y tenemos una gran responsabilidad de comunicar de manera acertada en estos momentos donde hay tanta incertidumbre y miedo. Hemos hecho clases de cocina, conciertos de música en vivo y publicado la visión de cómo vemos la situación, siempre desde una perspectiva esperanzadora y positiva.
Internamente estamos replanteando muchas cosas. Es claro que nuestro modelo de negocio debe cambiar, la propuesta de valor basada en el servicio debe mantenerse, pero reinventarse, y ahora más que nunca hay que aprovechar la tecnología para lograrlo.
¿Cuándo y por qué decidieron fabricar tapabocas quirúrgicos?
La idea surgió al ver las noticias de desabastecimiento de estos productos en otros países que nos llevaban ya varias semanas con el virus. De inmediato nos pusimos en la búsqueda del material y comenzamos a fabricarlos con quienes antes hacían blazers, trajes y abrigos.
¿Quiénes están participando en la elaboración de estos tapabocas?
Sastres, operarios de máquinas, patronistas y diseñadores.
¿Dónde los fabrican?
Los estamos fabricando en las casas de algunos de nuestros colaboradores; realizamos la adaptación del espacio de trabajo, desinfectando continuamente y trabajando con las medidas necesarias para hacer el trabajo de la manera adecuada y recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
¿Cuántos tapabocas se fabricarán y a qué entidad se distribuirán?
Estamos fabricando siete mil en este momento; los terminamos la próxima semana y estamos definiendo con la red hospitalaria de Bogotá dónde se repartirán.
¿Por qué es importante para Whitman esta iniciativa?
Es un momento de solidaridad y empatía, debemos actuar pensando de manera colectiva y hacer una sola fuerza para salir adelante de esta coyuntura.
¿Qué medidas tomará la marca para mantenerse en pie a pesar de la coyuntura actual?
Estamos vendiendo mercados en nuestra página web que serán donados a personas en situación de vulnerabilidad. Para esto nos aliamos con la fundación Ahora Sí Bernardo. Esta organización sin ánimo de lucro entrega los mercados en el barrio Altos de Cazucá donde viven más de 17.000 personas víctimas del conflicto armado que en este momento se encuentran en una posición muy compleja pues viven del rebusque diario.
También estamos creando una sección de gastronomía en nuestra página web en la que ofreceremos productos de emprendedores locales que necesitan mayor exposición. Este es un momento para apoyar el producto hecho en Colombia y todos como ciudadanos tenemos en nuestras manos la posibilidad de hacerlo, por ejemplo, haciendo elecciones conscientes al momento de comprar, revisar quién hizo el producto, a quién está impactando y de qué manera. Tenemos la responsabilidad de reactivar la economía de nuestro país.