Es una pasarela que en momentos se pasó de lenta, las dos marcas bogotanas presentaron colecciones en las que los tejidos fueron protagonistas. Con técnicas diferentes, las diseñadoras son fieles a su ADN de marca.
Por Pilar Luna
Fotos: Cortesía BFW
Estas dos marcas, que se presentaron en un desfile colectivo durante el BFW, están dando mucho de qué hablar en medio de tanto emprendimiento de moda que hay en Bogotá. Lorena Cuevas y Paola Tarazona, diseñadoras de MLRR y Laura Acevedo, de Papel de Punto, han construido un ADN propio con el que han logrado llevar sus marcas a un nivel importante en el sector moda nacional.
El universo de MLRR es infinitamente rico y su colección fue un fiel reflejo de todo el talento que este par de amigas tiene para expresarse. Tejidos gruesos y delgados, altorelieve con sus lanas, trenzados, abrigos de cachemir y una infinita oferta de vestidos drapeados, envolventes y de pantalones rectos que cerraban en el tobillo, le dieron un toque muy especial a esta colección que jugó muy bien con las diferentes texturas.
Esta propuesta fue una especie de oasis en medio del ritmo desenfrenado en el que ocurre una semana de moda, al usar una paleta de tonos neutros, suaves y muy “tranquilos” como el azul claro, los tonos tierra, el ámbar, los grises y el negro.
MLRR es una marca que, además, tiene mucho sentido social y sostenible porque no solo usa materiales orgánicos y naturales, sino que trabaja con madres cabeza de familia y mujeres que tienen alguna discapacidad física, quienes son las encargadas de construir estas piezas únicas.
Papel de punto
Por su parte, Papel de Punto con su tejido de punto y sus siluetas rectas sigue construyendo una estética muy particular en la que los dibujos de animales son importantísimos, como su famoso leopardo. Esta vez, Laura incluyo delfines (su colección se llama “Delfín hasta el fin”) y los mezcló con figuras geométricas como los cuadros y con otras más tropicales como las palmeras. El juego gráfico de esta diseñadora hace parte siempre de su propuesta, lo mismo que sus siluetas sueltas con un espíritu minimalista. La colección sorprendió con unas chaquetas abullonadas que presentó por primera vez la diseñadora.
Debo decir que mientras las colecciones fueron muy bien logradas, el desfile estuvo demasiado lento. Entiendo que esa era la intención de la producción, pero una cosa es llevar el ritmo al límite y otra muy distinta que por momentos el público se desconecte de la historia por falta de fluidez. Son temas para revisar porque la fuerza de la propuesta creativa se desdibuja cuando no logran que la atención
