FOTOGRAFÍAS: CORTESÍA MOROCCANOIL
Una de las formas más sofisticadas, y osadas, de darle otro aire al lookes con un nuevo corte o cambiando el color del pelo; no obstante, la segunda opción aún intimida, bien sea por la indecisión al elegir el tono ideal, por la técnica de aplicación o por los cuidados que el tinte conlleva. Te damos cuatro sencillos consejos para que te reconcilies con el tinte.
Ya tomaste la decisión: vas a entrar en la onda del shade frame o contouring capilar que esta temporada hace de la personalización la aliada del color, al crear un exclusivo juego de luces y de sombras. Sí, exclusivo, porque los colores los aplica el colorista a mano alzada, como si de pintar un lienzo se tratara, alrededor de la cara, llegando a alterar la apariencia y la forma facial, acentuando los puntos a favor y mejorando el tono natural de la piel.
Ahora ¿cómo mantenerlo? La respuesta a esta pregunta comienza desde el preciso momento de la aplicación del tinte, ya que la decoloración o el contacto con los compuestos químicos de los productos usados durante el procedimiento pueden restarle fuerza a la fibra capilar y provocar un mayor quiebre. De ahí la importancia de que tu colorista tenga en cuenta los siguientes consejos:
Protegerlo desde la coloración:
En ocasiones los pigmentos que tienen algunos tintes van perdiendo su intensidad, haciendo que el pelo se vea menos lustroso a medida que pasan los días y que incluso adquiera un tono diferente. Para evitarlo, “tu estilista de confianza debe usar un primer capilar que iguale la porosidad en cada fibra y reconforte el cuero cabelludo para disminuir las molestias durante el proceso de coloración”, explican los expertos de Moroccanoil. ¿Cómo usarlo? Basta aplicar un sprayen las raíces y en el pelo y esperar cinco minutos para aumentar la resistencia del color; luego, proceder con el tinte.
Sellar el color con un tratamiento:
Una vez que el proceso de teñido esté listo es imprescindible aplicar un tratamiento extra para lograr un aspecto más brillante y un color más sólido. Los expertos sugieren usar un tratamiento postinte que tenga una tecnología capaz de “crear enlaces cruzados a través de la estructura de la queratina del pelo ayuda a fijar el color en el interior y, a la vez, a formar un escudo protector que previene la pérdida del color a largo plazo”.
Nutrir la fibra:
Muchos procesos de teñido requieren una decoloración previa que abre los folículos capilares y deja las fibras con pocas reservas de nutrientes y, por ende, con una tendencia al quiebre. Para evitar que esto suceda, el aceite de argán es el “nuevo negro”. Un tratamiento oleoso con este extracto, de fórmula regular para las mujeres que tienen pelo grueso y ligero para los cabellos finos, es imprescindible luego de enjuagar y antes de peinar el pelo recién teñido ya que lo fortalece, aumenta su elasticidad y actúa como escudo contra los efectos producidos por las herramientas térmicas y el medio ambiente. “El extracto de argán brinda protección instantánea, además de nutrir el pelo y darle brillo de la raíz a las puntas”, agregan los expertos de Moroccanoil.
Ahora, para evitar que el rubio se vea verdoso, el negro luzca pardo y el castaño o rojizo se vuelvan anaranjados, debes poner de tu parte:
Mantener el color con los productos adecuados:
“Las dos primeras semanas después de la coloración son cruciales para mantener los pigmentos en su sitio y evitar sorpresas desagradables”; aseguran los especialistas: Por ello es importante tener en casa champú y acondicionador de coloración prolongada con tecnologías que ayuden a reparar y restaurar el pelo de manera constante luego de la coloración; de este modo mantienes tu pelo limpio, nutrido y con la capacidad de retener el color por más tiempo.