Por Pilar Luna
Fotos: Cortesía MPM
MPM es una marca de la diseñadora barranquillera María Piedad Mercado que se ha consolidado en el mercado nacional porque cuenta con todos los ingredientes necesarios para crecer.
Llevo mucho tiempo trabajando en la tarea de visibilizar la moda colombiana, desde los nuevos creadores hasta las marcas ya consolidadas, y no dejo de sorprenderme con todo el talento que se encuentra en el país y con el gran espíritu emprendedor de varios empresarios que sacan adelante sus negocios. Acabo de estar en Barranquilla en el lanzamiento de la nueva colección de la diseñadora María Piedad Mercado y la verdad es que quedé altamente sorprendida de la calidad de su propuesta, pero, sobre todo, del negocio tan bonito que tiene montado.
La diseñadora que con su marca MPM lleva quince años en el mercado cuenta con una empresa muy sólida con más de cincuenta empleados, madres cabeza de familia en su mayoría, y con cuatro tiendas, dos en Barranquilla, una en Medellín y otra en Cartagena. Su espíritu empresarial la está llevando por un muy buen camino y la verdad es que este es el tipo de emprendimientos que necesita la industria nacional para no quedarse únicamente en el show de las pasarelas y trascender a algo mucho más grande e importante.
Debo confesar que no conocía esta marca y tanto la colección que acaba de lanzar María Piedad con una línea nueva, un poco más lujosa de la que ya tiene con sus básicos, como la orientación que le está dando a su negocio, tiene mucho que ver con hacia dónde debe ir la moda en estos momentos. En mis años de experiencia he visto como muchos diseñadores “pedalean” a diario para alcanzar no solo reconocimiento, sino también para lograr construir una marca sólida y rentable y en ese esfuerzo hay muchos que se han quedado rezagados. Es un premio de montaña que no todos alcanzan por diferentes motivos: falta de recursos, desorganización en la parte financiera, poco espíritu administrativo o, simplemente, porque no les dan las piernas (para seguir con la metáfora del pedaleo) para llegar a la meta.
Estuve hablando mucho con María Piedad y su historia es como la de varios de los empresarios que han arrancado de cero y logrado construir una verdadera marca. Muchos de sus seres cercanos no creían en ella, estudió primero algo que no era lo suyo, trató de claudicar varias veces, aprendió y se fue consolidando haciendo todo ella misma hasta llegar a tener la empresa que hoy tiene. Una marca en la que da empleo, en la que sus hermanas trabajan con ella y con la que piensa expandirse mucho más.
Dentro de su plan también entendió que necesita ayuda en varios puntos para seguir avanzando. Por ejemplo, en el diseño, motivo por el cual contrató a una creadora conocida como es la también barranquillera Elia Abuchaibe y juntas diseñaron la colección que acaba de lanzar. Una propuesta coherente, inspirada en el antiguo Egipto y en la técnica que usaban para embalsamar a sus muertos, que envolvían con tiras de materiales naturales como el olán y la gasa.
María Piedad solo trabaja con lino y la verdad es que lo hace de una manera magistral. Ella misma dice que fue el material que escogió desde el principio porque tenía un amigo que se lo vendía a buen precio y además se lo fiaba, así que ha sido el material con el que ha contado siempre. De ahí se derivó una marca que se caracteriza por el buen uso de esta tela natural que además interviene con bordados y aplicaciones, muy bien logradas.
Por todo esto, me encantó conocer esta marca y entender que Colombia cuenta con mucha gente haciendo cosas muy buenas, y que la industria nacional tiene que buscar la manera de encontrar todos estos emprendimientos y apoyarlos para que nos volvamos realmente líderes en la región. Hay madera para seguir creciendo.