Con una polémica propuesta Alessandro Michele presentó su colección en una “sala de cirugía” e inspirada en Cyborg, un superhéroe tomado de las historias gráficas de la que él es fanático.
Por Pilar Luna
Fotos: Showbit
La tradicional firma italiana hace mucho tiempo que se sale de los convencionalismos y a través de sus colecciones manda muchos mensajes matizados siempre por una estética que ha sido fiel al estilo italiano, con las extravagancias propias de su director creativo Alessandro Michele.
El turno fue para la colección que presentó en el Milán Fashion Week y de entrada su propuesta fue bastante contestataria al recrear un quirófano para convertirlo en el escenario de su pasarela. De esta manera, la colección adquirió un carácter un poco mórbido y algo sórdido, pero con la irreverencia y el humor que es parte del ADN de la marca. Y esta idea se reforzó con modelos desfilando con cabezas humanas decapitadas, mientras otras llevaban dragones y serpientes.
Pero la estética de Gucci es inconfundible y no solo con los colores que siempre mezcla muy bien Michele, sino por la cantidad de detalles que recrea impecablemente. Esta vez fue un cuento mágico y de ciencia ficción en el que extraños personajes, biológicamente indefinidos, fueron llevados a la pasarela que recreó todo ese universo Cyborg de Gucci.
Michele manda varios mensajes usando símbolos de varias culturas, de todos los continentes y de diferentes épocas. Acude al renacimiento, pero también se va a una estación de esquí con sus pasamontañas y regresa a elementos representativos de culturas asiáticas, sin que le cueste ningún trabajo traspasar las fronteras de lo obvio. Todo en un mismo look ecléctico y con el consabido kitsch de la estética italiana.
Cyborg, un personaje tomado de las novelas gráficas de DC Comics que hace parte de la Liga de la Justicia, fue el eje central de esta colección, que se traduce en la dualidad que existe hoy entre el hombre y la máquina. Una colección polémica que dio mucho de qué hablar, pero que muestra toda la genialidad de Alessandro Michele y de una firma de moda “tradicional” que siempre está a la vanguardia.