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Andrés Restrepo y Alejandro González, la dupla que compone la marca, se embarcaron en un viaje por el norte de Colombia, sus costumbres y su herencia, para darle vida a “Tierradentro”, un colección vibrante y llena de referencias artesanales y culturales de esta región del país que presentaron en el BFW2024.  

Por: Juliana Villegas. Fotos: Cámara Lúcida, cortesía BFW.

Los viajes son parte esencial del ADN de Alado, la marca creada por los paisas Andrés Restrepo y Alejandro González, y eso no solo se refleja en su nombre, que se refiere a todo aquello que nos “da alas”, también en las inspiraciones de sus colecciones que los ha llevado a recorrer el país en busca de ese auto reconocimiento en la cultura, el arte, la naturaleza, la historia y las técnicas artesanales que hacen tan rico a este país.

De ahí que no sea extraño que para su colección “Tierradentro”, que tuvo lugar en el último día del Bogotá Fashion Week, hayan decidido adentrarse en la magia del Caribe. “Teníamos una deuda con la región porque si bien somos antioqueños, también nos sentimos muy identificados con la cultura Caribe”.

En este viaje, los creadores exploraron no solo la vitalidad y la energía de la tierra caribeña a través de los colores y los estampados, también el arte popular y primitivista, una expresión muy fuerte en la región, caracterizado por la alegría desprevenida del mundo primitivo, cuyos principales exponentes fueron Noé León y Alejandro Obregón. De ahí que se inspiraran en artistas caribeños y que se hayan acercado al territorio desde esa conexión con el arte, como es usual en sus propuestas.

Esto se reflejó, principalmente en los estampados, en los que los diseñadores mostraron la exuberante flora y fauna de la región, también en los coloridos prints pintados a mano (brochazos cortos y quita penas) y en los bordados de algunas prendas, en especial de flores.

También en los accesorios que complementaron este animado universo caribeño con técnicas artesanales propias de la región, como la caña flecha, que se convirtió en bolsos e incluso en las mangas voluminosos de algunos vestidos (los del final de la pasarela inspirados en las plañideras) y el werrengue, que se vio en las pulseras, y los tejidos en palma de iraca.

El Caribe vintage

A esto se le sumaron algunas referencias vintage a lo que puedes encontrar en una típica casa del caribe: papeles de colgadura con motivos botánicos y florales, e incluso los de las vajillas pintadas a mano, y una bellísima referencia a los estampados a rayas de los colchones.

En cuanto a las siluetas, eligieron líneas fluidas y holgadas para sus vestidos, faldas y blusas, y algo más estructuradas y ajustadas para sus trajes de dos piezas de tonos pastel.

      

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