MALVA STUDIO es la nueva plataforma de Código Malva en la que hablaremos sobre la industria de la moda, sus protagonistas y sus manifestaciones. Arrancamos con un gran especial sobre lujo colombiano en el que invitamos a 14 reconocidos diseñadores del país a participar de una producción fotográfica hecha por un equipo de grandes profesionales y con una nueva modelo timeless que se lanza al ruedo.
Por: Pilar Luna. Modelo: Marta Jiménez (@mymjp). Fotos: Jose Veira (joseveiraphoto). Produccióny estilismo: Amaury Echenique (@amauryequenique para @lamadona). Maquillaje y peinado: Luis Mora (luismoart). Asistentes: @paulabotero_a y @alejo_prban.
Locación: Hotel Sofitel Victoria Regia Bogotá (@hotelvictoriaregia).
El lujo se puede definir de muchas maneras, pero todas tienen que ver con exclusividad, belleza, refinamiento, atención al detalle, procesos de muy alta calidad y materiales finos… Cuando se piensa en algo lujoso, se piensa en productos y servicios únicos y de muy alto nivel. ¿Pero el lujo puede ser de origen? ¿Puede tener la identidad propia de un país? ¿Existe el lujo colombiano?
Estas preguntas tienen su respuesta cuando aterrizamos las marcas de moda más reconocidas en el mercado y vemos cómo se han planteado un estilo que habla de sus orígenes. Cada país tiene su propia manifestación del lujo y por eso es fácil identificar el francés, el italiano, el inglés, el japonés, el estadounidense, entre muchos otros, que con tradición e historia han formado su propia identidad.
¿Y qué pasa con Colombia?
Con la cantidad y variada propuesta que existe en la categoría de lujo, también podemos detectar algunos estilos y formas de hacer lujo que, viéndolos en un todo, podemos llegar a una identidad de país. Es lujo de origen que cuenta con diferentes formas de manifestarse y de mostrar todo ese potencial que tiene el país para tener un puesto importante en el mercado mundial y liderar la conversación en Latinoamérica.
La moda de lujo en Colombia ha experimentado un notable crecimiento y reconocimiento en los últimos años, consolidándose como un referente en la escena internacional. El país se caracteriza por su creatividad, por tener una artesanía excepcional y un diseño innovador que reflejan la riqueza cultural y su diversidad.
Según la diseñadora barranquillera Silvia Tcherassi, quien sin duda es una de las embajadoras más importantes de la moda colombiana “el concepto de lujo está en constante evolución. Hace algunos años en el mundo de la moda, lo más importante era la calidad de los materiales y lo artesanal, pero últimamente la originalidad, la historia de la marca y su propia narrativa son también altamente valoradas. Todos esos elementos deben estar muy conectados y no hay que separarlos”.
En este mar de información (o desinformación) es difícil llegar a un concepto único de lo que puede significar una marca de moda colombiana que se establece en la categoría de lujo. Entender que podemos tener firmas con mucha identidad y de origen, al tiempo que ofrecen lujo, es clave cuando vemos el desarrollo que ha tenido la moda colombiana en los últimos años.
Sin embargo, según Jorge Duque, el lujo colombiano apenas está en construcción por lo que significa este concepto para la moda. “Si yo quisiera definir el lujo y sus elementos esenciales diría que lo primero que necesita es herencia y ese concepto del “heritage” solo lo tienen las grandes casas que son consideradas de lujo, así que me parece un poco pretencioso decir que hacemos marcas de lujo cuando en Colombia nuestra industria apenas está adquiriendo esos hitos que marcan la tradición y la historia; marcas que sean importantes desde lo creativo, que puedan ver sus archivos y poderlos interpretar en cada temporada. Eso es lo que va tejiendo con el tiempo, una marca de lujo”.
El lujo necesita tener una herencia para serlo y en Colombia apenas estamos empezando a tener esa tradición que solo se logra con el tiempo.
Jorge Duque
14 DISEÑADORES DE LUJO EN MALVA STUDIO
CÓDIGO MALVA estrena un escenario que hemos bautizado MALVA STUDIO para hablar y tratar temas que profundicen más lo que tiene que ver con la moda y fue así como nos adentramos en el backtage de la industria del lujo colombiano o de marca high end que es como define la moda este tipo de propuestas.
Quisimos entender y reflejar a fondo cómo funciona este mundo en un país que manifiesta su identidad a través de muchas estéticas y cuyo origen se basa en varias corrientes que tienen que ver con el ADN de cada marca, con su propuesta de moda y con la búsqueda que han tenido para encontrar ser muy auténticas y abrir su propio mercado.
Hablamos con varios diseñadores, quienes nos definieron su versión de lujo colombiano e hicimos un shooting fotográfico con 14 creadores invitados para ser parte de la premier de MALVA STUDIO buscando rescatar esas grandes producciones que se hacían en Colombia cuando se editaban revistas de moda.
Para mi el lujo gira en torno a el tiempo y todo lo que ello implica: calidad, atención al detalle, producción responsable, esfuerzo creativo, innovación y, sobre todo, un mensaje atemporal que pueda trascender.
María Elena Villamil
MALVA STUDIO no solo busca ahondar en la industria nacional e internacional sino también rescatar esos formatos que se han perdido en el país, pero presentados con las nuevas narrativas y plataformas digitales.
EL LUJO COLOMBIANO Y SUS ESTÉTICAS
Después de analizar mucho la propuesta de cada marca, y conociendo a fondo su estilo y estética, dividimos las diversas manifestaciones de lujo colombiano que pensamos tienen cabida en el escenario nacional e internacional. Nos faltaron varias que seguramente invitaremos en una segunda entrega, pero por ahora quisimos presentar una radiografía con nombres tradicionales y nuevos cuya presencia en el mercado de lujo es bien interesante.
Es así como hablamos de una identidad de país que pasa por su buena factura; su creatividad; sus propuestas con un espíritu muy latino; su calidad en materiales y detalles; su origen y diversidad de climas, paisajes, técnicas artesanales y raíces. De esta manera el lujo colombiano se pasea por diferentes formas de expresión y por una propuesta estética muy variada.
“La moda que se hace en Colombia es la suma de la visión individual de sus creadores y esas visiones son tan diversas como el país mismo. Aunque algunas personas puedan encontrar cierta afinidad en el manejo del color o en una aproximación a la mujer, somos una suma de talentos individuales y no un colectivo creativo”, nos dice Silvia Tcherassi.
1. LUJO CON ESTILO CARIBE
Empecemos con esta categoría que como todos ya sabemos ha sido parte del ADN de Colombia y de diseñadoras como Silvia Tcherassi y Johanna Ortiz, quienes han llevado este sello por el mundo entero. Lo que en su momento se definió como “Tropical Chic” y que hablaba de una estética que resaltaba la sensualidad latina, pero con un espíritu mucho más glamoroso y sofisticado, hoy es todo un movimiento de moda internacional que cuenta con muchos seguidores.
Una marca no nace marca de lujo, se convierte en marca de lujo por sus atributos, historia, posicionamiento y reconocimiento.
Silvia Tcherassi
Este tipo de lujo es uno de los más cotizados en los mercados internacionales al ofrecer prendas y accesorios que tienen que ver con esa “latinidad” tan deseada en el exterior y con ese gran manejo del color que tienen algunos creadores nacidos en un país con la diversidad de Colombia.
Silvia Tcherassi, el origen
“Mi marca se basa en el concepto de elegancia sin esfuerzo, que va de la mano del concepto de una elegancia natural, sin excesos, apariencias o pretensiones. Hay además unos códigos estéticos que han estado presentes en la marca desde su fundación hace 35 años como la reinvención del color, la seducción de las texturas, los contrastes y mezclas inesperadas y las fuentes no convencionales de inspiración. Todo eso, en conjunto, contribuye a la identidad, a la genética de la marca”.
De Cali, con amor
La caleña Johanna Ortiz, por su parte, es una de las que más ha contribuido a que esa sensualidad latina tenga un escenario muy importante en el panorama mundial. Su inspiración en el trópico ha sido un referente permanente en su propuesta y sus siluetas, estampados y colores, no dejan de ser una aventura mágica por esa parte de Colombia que tanto enamora y emociona.
Ortiz logró elevar la figura sensual de la mujer latina a una expresión muy sofisticada y llena de misterio para convertirse en una de las mejores embajadoras de este movimiento estético.
2. EL LUJO SILENCIOSO
Lo primero que hay que entender es que aquí los materiales, los acabados y la manera de confeccionar es la base de este concepto por lo que cuando hablamos de su versión colombiana, nos referimos a nombres como Amelia Toro, Francesca Miranda y Pepa Pombo, diseñadoras que llevan más de cuatro décadas haciéndolo y de algunas nuevas propuestas como la bogotana Laura Aparicio.
Sobre este concepto de lujo silencioso se viene hablando hace relativamente poco, pero lo cierto es que existe hace muchos años, casi se puede decir que desde que nació el lujo como un negocio para la moda.
El tejido de punto, hecho lujo
“El lujo está dado por la calidad, el diseño y el proceso que hay detrás de cada pieza. Todos estos pilares logran que una prenda termine siendo exclusiva”, dice Mónica Holguín, quien ha llevado las riendas de la marca Pepa Pombo desde hace varios años y ha sido la encargada de continuar con este legado que inició su madre con mucho éxito y que ha marcado una maestría única en el uso del tejido de punto.
Una nueva expresión de lujo
Según Laura Aparicio “Colombia mezcla todas las raíces que existen en Latinoamérica: los Andes, el mar caribe, la selva y el pacífico. Es difícil que tengamos una identidad, somos un país que se transforma constantemente, evolucionan sus tradiciones, re interpretan esos códigos ancestrales de tradiciones indígenas y de esas secuelas de haber sido un país colonizado por los españoles”.
El lujo de Aparicio pasa por lo artesanal, pero también por ese uso de materiales y siluetas que enaltecen un diseño con una estética discreta, llena de detalles, sin ostentaciones.
3.EL LUJO MAXIMALISTA
Colombia no sería Colombia sin algunos excesos. Lo sabemos y lo entendemos como una forma de mostrar toda nuestra exuberancia y cultura. El movimiento de “más es más” para muchos no aplica al lujo, pero esa teoría se desvirtúa cuando nos referimos a la mayoría de marcas italianas que ostentan una increíble estética del exceso como parte de su gran ADN de país.
En Colombia podemos identificar algunos diseñadores que transitan por esta propuesta, como Hernán Zajar, quien mezcla muy bien toda la cultura de su región caribe, con un gran manejo de las técnicas artesanales y una forma muy peculiar de contar las historias que lo mueven desde que arrancó con su firma hace casi medio siglo.
“Lo más importante de mi marca es que los acabados son totalmente hechos a mano. La manualidad es muy importante para mí y todas las prendas que hago las intervengo de una manera sofisticada, elegante y fina. Trabajo con artesanos y he ido evolucionando para sofisticar cada vez más lo que hago con ellos, tanto en los bordados, como en lo tejido y lo que va pintado”, dice el momposino cuyo nombre siempre ha estado asociado con esta moda auténtica, alegre y llena de elementos.
Joyas de gran formato
Otro creador que en MALVA STUDIO consideramos maximalista (pero que también lo podríamos incluir en vanguardia) es el joyero Sebastián Jaramillo, quien saca piezas únicas con todo tipo de materiales y de gran formato. El bogotano juega con elementos tanto de la cultura pop, como de la joyería fina, como piedras preciosas, en una propuesta única y llena de elementos de lujo que le dan el sello necesario para estar en esta historia.
“Para mí los atributos fundamentales que hacen que una marca sea de lujo es la narración y manipulación de los objetos y las materias primas de cómo se combinan y fusionan, logrando contar una historia y una narrativa que cautiva y enamora al cliente. El lujo no está necesariamente encapsulado en los materiales. Es algo que se siente y que evoca la armonía de las texturas, creando una narrativa que sobrepasa lo físico y lo material saturado de un sentimiento más importante que un costo o procedencia”, dice Sebastián Jaramillo.
4. LUJO VANGUARDISTA
Colombia es un país que ha demostrado una gran creatividad con varias marcas que transitan en los movimientos de vanguardia. Ya sea por la propuesta de las siluetas, por marcar una expresión de autor en su uso de colores y estampados, por la experimentación con materiales y ser innovadoras o, incluso, por llevar un mensaje potente y contestatario tomando posiciones políticas, sociales, de género o inclusivas.
Los diseñadores colombianos estamos trabajando hace muchos años para lograr tener una identidad como país. Hay que continuar haciéndolo para lograr ese objetivo.
Olga Piedrahita
La primera que aparece en esta lista es quien ha sido la maestra de muchos, Olga Piedrahita, quien siempre se ha caracterizado por investigar a fondo, desarrollar nuevas narrrativas y experimentar con materiales, estampados y siluetas. Su propuesta nunca pasa desapercibida y cada pieza suya es una obra de ingeniería textil y en un desarrollo único que se basa en el conocimiento profundo de la obra o inspiración en la que esté pensada.
“Para mí el lujo es lograr un estilo singular y sólido en términos de lenguaje estético”, dice Piedrahita, quien siempre está en constante exploración no solo en el storytelling, sino también de hacer colaboraciones con otros talentos y disciplinas para lograr sinergias únicas que enriquecen mucho cada pieza.
El arte de María Elena Villamil
En esta búsqueda de representaciones diferentes del lujo a través de la moda, no podíamos dejar a un lado la propuesta de María Elena Villamil, quien lleva más de 30 años trabajando siluetas inspiradas en la arquitectura y el arte, dos de sus grandes pasiones. La caleña es una de las creadoras que mejor manejo tiene de la deconstrucción y la asimetría, elementos muy propios de las escuelas vanguarditas más reconocidas del mundo.
“La identidad de mi marca se basa en una visión vanguardista de la feminidad. Buscamos crear una estética de formas y volúmenes inspirados en expresiones artísticas y líneas arquitectónicas, donde la belleza no reside únicamente en la apariencia exterior, sino en valores como la libertad, comodidad y movimiento corporal. Nuestra identidad se nutre de procesos de conceptualización y experimentación que resultan en combinaciones armoniosas, texturas exploradas y formas versátiles”, nos cuenta María Elena Villamil.
Lujo con el sello de Jorge Duque
Aunque el paisa prefiere hablar de marcas premium, su nombre retumba como uno de los diseñadores más importantes de los últimos años. El, por su parte, tiene un concepto muy claro de lo que ofrece y hacia donde ha llevado su marca hablando desde la gran experiencia que hoy tiene.
“Cada vez más creo que el concepto de lujo tiene que ver con esa posibilidad de que un cliente se pueda acercar mucho más fácil a los bienes que nosotros vendemos; que sea una persona más activa en el proceso creativo; una persona a la que se le dedique tiempo, a la que procuremos entregarle lo más excelso en términos de calidad; alguien que está en contacto permanente con las historias de la marca; eso lo encuentro hoy profundamente lujoso”, dice Duque.
Insectos hechos joyas
Otra marca que tenemos en la mira es la de Danielle Lafaurie, la hija de Olga Piedrahita, quien ha transitado su propio camino a través de la interpretación de una joyería muy auténtica, que experimenta y mezcla todo tipo de materiales y cuyas formas orgánicas inspirada por lo general en la diversidad del ecosistema colombiano, representan un lenguaje que expresa su propia narrativa.
5. LUJO ARTESANAL
Lo artesanal es una de las características fundamentales de la moda lujosa, si lo describimos específicamente como “lo hecho a mano”. Sin duda, la Alta Costura es totalmente artesanal y sabemos que es la expresión máxima del lujo, pero cuando hablamos de la mezcla de técnicas ancestrales o de raíces muy autóctonas elevadas a la categoría premium, Colombia tiene muchos representantes.
Aunque varias de las marcas que están incluidas en otras categorías, también podrían entrar como marca artesanal de lujo, aquí vamos a hablar de dos que en este momento están dando mucho de qué hablar porque su ADN está ligado con la artesanía colombiana por excelencia. El primero es Diego Guarnizo, quien lleva haciendo un trabajo muy íntimo y riguroso con las diversas comunidades del país y en su propuesta estética siempre procura mezclar técnicas artesanales con un ADN que habla de Colombia, de su diversidad, de su fauna y de su flora con un storytelling que amarra muy bien todo.
El lujo local colombiano
Y en este recorrido en el que nos hemos embarcado elegimos una nueva marca de lujo artesanal que lo está haciendo muy bien y que entra al panorama como una propuesta que exalta los tejidos específicos de una región, de Boyacá, con una factura muy buena.
Se trata de Velasco de Gayo, de Paula Forero, quien, como lo define ella misma: “contamos narrativas de valor regional de los pueblos boyacenses y colombianos, trabajamos oficios ancestrales, y rescatamos fibras naturales como la lana de oveja criolla, hablamos de momentos y no de colecciones, porque queremos que las mujeres vivan un instante único de la historia de esta región. Trabajamos a mano y vinculamos esa identidad dentro de prendas sofisticadas para crear nuestras propias tendencias locales que nos hacen genuinos”
LUJO CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN
Tomo esta frase de Paula Forero para decir que, “sin duda el lujo colombiano tiene una identidad, pero tenemos mucho más por contar. Colombia es trópico, color, sabor, pero también montaña, río, páramo, calma, historia. Y seguimos siendo aspiracionales y no inspiracionales. La gran tarea de las marcas locales es construir una narrativa cargada de tradición y origen”.
Al final, después de este recorrido por el lujo colombiano, solo podemos decir que, aunque falta mucho por recorrer, el país está marchando a un ritmo muy interesante. Cada expresión que conlleve tener una narrativa propia, auténtica y que cuente una historia de país (respetando las bases del lujo tradicional) es el camino para construir esa herencia de la que nos habla Jorge Duque. Para crear una propuesta diferenciada, de denominación de origen, que entienda que las estéticas son muchas, pero la identidad es una sola…