La pasarela inaugural de Colombiamoda 2023 con María Elena Villamil no solo rindió homenaje a los 35 años de Inexmoda, sino que, fiel a su estilo y a lo que siempre ha creído, se expresó a través del arte abstracto y de su reconocida vanguardia.
Por Pilar Luna. Fotos: Cámara Lúcida.
María Elena Villamil es una de las diseñadoras que más admiro. Y me gusta mucho porque a través de su carrera siempre ha sido muy coherente con sus narrativas y muy fiel a su gusto por el arte y por la arquitectura, dos disciplinas que siempre han sido protagonistas de sus estéticas y de sus siluetas.
Esta vez no fue la excepción. Al contrario, fue más contundente con lo que quiso expresar cuando dijo que su colección “Límites indefinidos” estaba inspirada en una corriente de arte que a todas luces no solo le dio la paleta de color y sus motivos de estampación, sino también el volumen de varias de sus siluetas.
El Expresionismo abstracto, esa “expresión absoluta” de lo que se lleva por dentro, fue su hilo conductor, su storytelling y una manera de decir que la moda también puede hablar de una forma contundente sin tener que alejarse de los “estándares estéticos”.
Colores que gritan
La pasarela abrió con un performance en la que el mensaje del arte abstracto fue contundente. Igual que Pollock, cuando en sus obras de formato enorme desplegaba un derroche potente de “expresión” a través de derramar tarros de pintura sobre el lienzo, la puesta en escena tuvo a dos bailarines contemporáneos que, con pinturas en los tonos usados por María Elena en la colección, dejaron su huella sobre el escenario.
Y de ahí se marcó su rumbo. La paleta de color, muy bien lograda con tonos cálidos que hablan de su primavera-verano, pero que al mejor estilo de Jackson Pollok, el artista más representativo del Expresionismo abstracto, también se traduce en su forma intensa de ver el mundo.
Colores que se expresan a través de manchas puestas al azar y que llenaron sus siluetas que, como siempre, pasan por la deconstrucción, los formatos contundentes, el juego de volúmenes, la asimetría y las formas atemporales que, además, pueden ser para hombres y mujeres, sin pensar mucho en el género.
Su vanguardia “discreta”
Y aunque esto suene raro, María Elena Villamil siempre ha hecho vanguardia, pero de una forma muy peculiar. Su forma de ir más allá de lo establecido es a través de estas historias que sabe contar muy bien. Es su manera de transitar por la vanguardia y de entender que puede traer el arte a la moda, demostrando que eso que tanto admira se puede plasmar en la ropa.
El hecho de que su pasarela fuera un gran lienzo y de que sus modelos caminaran descalzas entre los trazos de la pintura regada al estilo Pollock, hicieron de este desfile inicial toda una declaración de principios y de irreverencia que sirvió para semana en la que la moda, seguramente, tendrá varias formas de expresión.