Prendas sexis, urbanas y poderosas, con un toque desenfadado, pero absolutamente sofisticadas. Así fue “Natural Working Woman”, la propuesta de la diseñadora momposina para el Bogotá Fashion Week, presentada en el segundo día de pasarelas en el Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá.
Por: Juliana Villegas. Fotos: Cámara Lúcida.
No es una exageración decir que Faride Ramos es la diseñadora colombiana que mejor trabaja la sastrería femenina (y ahora también masculina). No solo por lo impecable de sus cortes, sino por las licencias que se da a la hora de innovar en un universo de vestuario que por lo general se percibe como muy clásico.
Sensuales y poderosas
La colección Cruise 2023 “Natural Working Woman”, que presentó en el segundo día de pasarelas durante el Bogotá Fashion Week, fue una demostración de lo anterior.
En sus 60 salidas, que tuvieron como telón de fondo el Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá, la creadora propuso trajes de dos piezas (falda o pantalón) en colores como azul profundo, gris, café, tabaco y terracota, con chaquetas y blazer de silueta oversize, que la diseñadora propone llevar sin blusa, con crop tops, blusas de seda o transparencias para darles un toque sensual y poderoso.
Algunas de estas piezas de formas sobredimensionadas, utilizadas como vestido (incluyendo abrigos), las combinó con leggings para restarle un poco de formalidad a la propuesta y que de esta manera se viera más “fresca y contemporánea”.
Además, muchos de los trajes, elaborados con textiles de origen natural a partir de cáñamo, tenían una apariencia “no acabada”, evidente en las costuras expuestas y los hilos sin cortar.
El denim siempre presente
Para complementar su apuesta, mostró prendas en denim con procesos de lavandería amigables con el medio ambiente, como pantalones de silueta ancha, faldas entubadas y chaquetas, que combinó con piezas de sastrería, así como trajes de dos piezas de colores neutros en este material, ajustados con cinturones anudados.
También mostró una serie de prendas tejidas, entre ellas ruanas y suéteres, y una seguidilla de vestidos largos de seda supersexis y de gran caída en colores como rojo, amarillo flúor y berenjena o con estampados florales.
