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La serie documental The Last Dance realizada por ESPN y popularizada por Netflix no sólo ha logrado tener más de 10 millones de interacciones en redes sociales sino que nos recordó un hecho histórico de moda: la influencia estética del basketball en la moda y la cultura pop de los años noventa.

Por: Catalina Moncada

Los fanáticos de Michael Jordan estaban esperando hace mucho esta serie documental donde se narran los seis campeonatos consecutivos del equipo de basketball Chicago Bulls en la década de los noventa. The Last Dance expone una premisa en relación a la moda y el deporte y al mismo tiempo en cómo influyó esta disciplina en la música, el cine y hasta en la política. Y no sólo en Estados Unidos sino a nivel mundial.

El documental sobre Jordan que pasan por Netflix se ha convertido e un éxito rotundo de audiencia.

Una prueba fehaciente de esto son los zapatos icónicos Air Jordan que son un objeto de obsesión para los sneakerhead o coleccionistas de zapatillas, y también una línea completa de la marca deportiva Nike, éxito comercial sin precedentes para una firma bajo el nombre de un deportista. Estas zapatillas, conocidas como las Air Jordan 1, lanzadas al mercado en 1985 (hasta el momento van en la versión 34) se impusieron como un referente del estilo del mismo Michael Jordan, pero no sólo se quedaron como tenis para practicar basquet sino para uso en las calles. Tener unos Air Jordan, en ese momento y aún hoy en día, es un honor y su precio sigue siendo superior al de unas zapatillas promedio.

Pero esta influencia de los Chicago Bulls y Michael Jordan en la estética de los noventa no sólo se dio en el ámbito deportivo pues las grandes figuras de éste equipo como Scottie Pippen, Dennis Rodman, Ron Harper y Tony Kukoc, entre otros; sobresalieron por su estilo y manera de jugar, pero también por sus icónicos looks por fuera de la cancha. La fiebre que logró levantar este equipo en los Estados Unidos y en el mundo logró que la imagen de Jordan y los Chicago Bulls llegara a todos los rincones del mundo estampándolo por siempre en el imaginario colectivo.

La estética proveniente del basquet salió a la calle de manera contundente

La unión de las raíces callejeras de la práctica del basketball, el empujón del director Spike Lee en el primer comercial de las Air Jordan y el uso de las nacientes estrellas del hip hop de principios de los años 90 con indumentaria propia del baloncesto crearon toda una atmósfera que dio a luz a la estética de éste deporte como parte importante de la cultura norteamericana y su vez a la moda urbana.

Hoy por hoy las estrellas del pop, hip hop y de la música urbana latina son parte de esta estética y llevan los jerseys y gorras de sus equipos favoritos de la NBA: Lakers, Golden State Warriors, Brooklyn Nets, Houston Rockets, entre otros. Y desde la herencia cultural de Michael Jordan y sus zapatillas exitosas en ventas, varios basketbolistas estrellas también ha tenido sus propias líneas o marcas como Kobe Bryant, Patrick Ewing, Allen Iverson, LeBron James (quien hoy por hoy es el jugador de basketball mejor pagado de la NBA y el octavo en el listado mundial deportivo), Shaquille O’Neal, entre otros.

La herencia del icono deportivo Michael Jordan sobrepasó las décadas, las canchas y las primeras planas de los periódicos deportivos volviéndose imagen de muchas marcas que exaltaban el estilo de vida americano y también la pantalla de eventos deportivos para llegar al cine en su película Space Jam (1996) o en la aparición especial del video Jam de Michael Jackson (1991). Y hoy su documental es todo un éxito convirtiéndose en un básico para los fanáticos del deporte, de los documentales o simplemente de la moda de los noventa. ¿Ya se lo vieron?.

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