Esta tienda ofrece prendas de colecciones actuales de diseñadores colombianos para alquilar y lucir en ocasiones especiales del día a día. Así puedes ‘estrenar’ cada semana.
Por Natalia Díaz Brochet
“Sueña, prueba, experimenta, alquila, diviértete, devuélvelo”. Estas seis palabras pegadas en una pared blanca y que forman un vestido es lo primero que se ve al entrar a Priscila Fashion Rental. No se trata de la tradicional tienda para alquilar vestidos de noche o de gala y así no tener que invertir una fortuna en un traje nuevo que usaremos un par de veces.
María Fernanda Hernández decidió ampliar este concepto a la ropa de día, no solo para ayudarles a las mujeres a solucionar el siempre presenta problema de “qué me pongo”, sino para acercar a las mujeres a la moda y la moda a las mujeres. Claro que esta vez la moda lleva apellido: colombiana.
De esta forma amplía la oferta de posibilidades que quiere brindarle a las mujeres para que encuentren su propia voz, se sientan cómodas con su imagen y figura y se empoderen.
“Cuando hago curaduría de imagen trabajo de adentro hacia a fuera: entender los objetivos de esa mujer y ayudarle a lograrlos potenciando su físico, estudiando los colores que mejor le van y analizando su closet para armar nuevos looks y ampliar sus posibilidades”, comenta María Fernanda, que también tiene la tienda de ropa y accesorios Priscila Lab, en Bogotá.
¿Qué es Prisicila Fashion Rental?
Una opción para darles la oportunidad a las mujeres de vivir la vida sin tener la excusa de “no tengo qué ponerme”, aunque sus closets estén repletos de ropa. El día que nos pasa eso en realidad lo que nos sucede es que no tenemos algo que nos haga sentir como nos queremos sentir. Entonces, lo que hacemos aquí en Priscila Fashion Rental es ofrecerles una extensión de su clóset.
Tenemos ropa de diseñadores colombianos para que vistan prendas especiales en su vida diaria sin gastarse una fortuna. Si tienes un grado, un brunch, una presentación, una entrevista de trabajo puedes venir y rentar una prenda de Olga Piedrahita, Hernán Zajar, Alado y otros más por una mínima parte de lo que costaría comprarla, y a los dos días la devuelves sin lavarla ni nada. Esto puede valer ente $70.000 y $360.000 dependiendo del valor comercial de la prenda.
Esta es una modalidad, la otra es convertirte en miembro de Priscila Fashion Rental y para ello tenemos dos tipos de suscripciones: una es Prisicila práctica, donde pagas $380.000 por cuatro piezas al mes, cada una la puedes tener durante siete días. Así, todas las semanas estrenas algo. La otra opción es Priscila sorprende, que son seis prendas al mes por $550.000. Si tienes un congreso o una feria fuera de la ciudad, puedes llevar todas las prendas de una vez y las devuelves al regreso.
Es decir, si quieres sentirte diferente, te vienes para acá y escoges lo que te quieres poner. De esta manera, vestirse es una preocupación menos en la vida.
¿Son prendas de segunda?
No, son prendas nuevas de colecciones actuales de más de 20 diseñadores nacionales. Tenemos una alianza con Classic, la mejor lavandería profesional de la ciudad y nos comprometemos a que cada pieza que está aquí colgada vuelve a estar como nueva porque les damos tratamientos especiales para que las telas no pierdan su color, ni su textura. El servicio de la renta incluye arreglos menores como que se soltó el dobladillo o se trabó la cremallera, y el lavado. Si se le riega algo a la clienta es mejor que no haga nada, la trae y nosotros nos encargamos.
¿Qué pasa si no devuelvo la prenda o la estropeo bastante?
Tenemos una garantía: un voucher en blanco. Si la prenda queda inutilizable se cobra el valor de ella menos lo que ya haya pagado por el alquiler.
¿Cómo escoges las prendas? ¿Visitas los talleres y tiendas de los diseñadores?
Es una curaduría que hago con base en mi experiencia de tantos años trabajando en el sector y como curadora de imagen metida en el clóset de las clientas identificando qué necesitan, qué les hace falta, qué sería un buen complemento para ellas. Visito a los diseñadores, me mandan su look book, voy a los desfiles y escojo.
¿Este modelo de negocio es una manera de que la gente vaya rompiendo la prevención a comprar ropa de diseñador?
Yo creo que sí, es una forma de acercar a las mujeres a la moda y la moda a las mujeres porque creo que la moda intimida de muchas maneras: porque les parece costosa, porque no saben combinar la ropa, porque no saben dónde encontrar a los diseñadores emergentes, que por lo general solo participantes en ferias o venden a través de redes sociales. Y en el caso de los diseñadores más posicionados, les da pereza entrar a la tienda porque sienten que son para otro perfil de personas.
Hay mucha gente que aprecia la moda, que le parece linda y no tiene acceso, ya sea por plata, por distribución, por talla, por lo que sea, ¡ese es nuestro público, aquí pueden venir!
En Priscila Fashion Rental las mujeres están descubriendo cosas de sí mismas, qué les queda mal, qué les queda bien, qué les gusta; ensayan cosas que normalmente no se pondrían, combinan prendas que ni se imaginaban, y van viendo que la ropa de diseñador horma diferente, que la calidad es distinta, y que las hace sentir especiales.
¿De dónde salió este concepto?
Es una mezcla de varias cosas. Creo que la forma de vestir es una forma de expresión y a las mujeres nos cuesta encontrar esta voz. Yo me he dedicado a ayudarles a encontrarla. Muchas me contratan como personal shopper, pero por el presupuesto solo pueden acudir al fast fashion, entones es cuando pienso en cómo las acerco a otras cosas.
De otro lado, un día una amiga me contó que había comprado un esmoquin divino de forma compartida con otra, cada una lo usa cuando lo necesita y eso me puso a pensar sobre el tema de la propiedad, si uno realmente necesita ser dueño de lo que se pone.
Y al tiempo me encontré con el caso de Rent the Runway en Estados Unidos, un modelo que está siendo muy exitoso y está transformando el consumo de moda. Con todo esto en la cabeza me inventé mi versión, que es esta, Priscilia Fashion Rental.
¿Tienes ropa para qué tipo de ocasiones?
La idea es que sea para el diario o de ocasión especial para el día; no tengo nada de gala, de noche, ni vestidos de novia ni de fiesta, que es lo que tradicionalmente se consigue alquilado. Pensamos en una ejecutiva en profesiones creativas o liberales que tiene una presentación, o deben asistir a ferias, o tienen una salida de noche, o un brunch. También en las ejecutivas más formales y convencionales, como una abogada o banquera, para ellas tenemos abrigos, blazer, chaquetas. Además, tenemos una sección para clima cálido porque en Bogotá hay mujeres no tienen ropa bonita para cuando van a tierra caliente a un congreso, a una feria o que quieren verse lindas en su descanso. Es ropa que te hace sentir bien, profesional, creativa.
¿Qué diseñadores tienes?
Tengo diseñadores con mucha trayectoria como Olga Piedrahita, Judy Hazbún, Hernán Zajar… Unos más nuevos pero ya bien posicionados como Daniella Batlle, Alado Diseño, Andrea Landa. Y también diseñadores emergentes que no se conocen y me encuentro en ferias, como Amézquita y Betel. Tengo un poquito de todo, pero todos tienen en común que son propositivos, innovadores y trabajan con excelente calidad.
Con base en tu experiencia, ¿cuáles son esos errores más frecuentes que cometen las mujeres a la hora de comprar ropa, de armar sus looks?
Creo que no sabemos mirarnos al espejo. Muchas veces compramos la ropa porque es bonita, no porque me quede bonita a mí. Entonces, hay que aprender a mirarse y ver el efecto que tiene la ropa sobre mí. Y el otro es no conocer los colores que mejor les van; hay colores que nos envejecen, otros que nos hacen ver hinchadas, algunos que nos hacen ver más jóvenes.
Sabemos que la moda es la segunda industria más contaminante y se busca que sea más sostenible, ¿este modelo de negocio ayuda para lograr este objetivo?
Leí que, en promedio, cada prenda tiene solo dos y media posturas antes de ser desechada, hay cantidad de ropa nueva que estamos botando, y todo eso es gasto de recursos, de agua, de la tierra, y suma a la contaminación y a la sobreproducción. Soy una convencida que esto es una forma de darle más posturas a una prenda, estamos poniendo nuestro granito de arena para que haya menos sobreproducción, a que la moda sea sostenible, pero sin sacrificar cómo nos vemos; uno puede verse bonito y ayudar al planeta.
¿Como supercar la barrera de la prevención que puede tener estos modelos de alquilar ropa?
Es un aspecto generacional, más que todo. Las mujeres mayores son las que tienen más prevención, las más jóvenes tienen cero prejuicios, es más, vienen con ese chip de la sostenibilidad. No se preguntan quién usó una prenda, ni nada de eso. Por eso recalco que es ropa nueva, no ropa usada; no somos una tienda vintage, ni de segunda. Es ropa de colección para el momento y la ocasión que la necesites.