Un derroche de color, estampados y piezas artesanales marcó el regreso del reconocido diseñador y director de arte a las pasarelas colombianas. Código Malva sigue su recorrido por las pasarelas colombianas.
Por Juliana Villegas Arias, @julianavillegasa
Fotos: Cámara Lúcida para BCapital
Más allá de su trabajo en SOY, marca en la que unió fuerzas con la diseñadora María Luisa Ortiz, y de sus creaciones de vestuario para series y telenovelas colombianas, Diego Guarnizo ha construido una historia propia que luego de un tiempo de silencio (no había mostrado piezas suyas desde Colombiamoda 2014) encontró el escenario perfecto para renovarse con gran ímpetu.
En el marco de la pasada edición de BCapital, el diseñador mostró su “Epifanía”, una colección de vestidos de diferentes siluetas y trajes de dos piezas completamente estampados con motivos tipo mosaico o caleidoscopio en las cuales exhibió ilustraciones de joyas y santos, pavos y flores, monstruos marinos, algodón y caracoles, y las pinturas rupestres de Chiribiquete, así como prints inspirados en el plumaje de los papagayos y las coloridas mariposas de nuestro país.
Para complementar algunas de las prendas, sobrepuso piezas (cinturones y pectorales largo o cortos) elaboradas en tejido con chaquiras, verdaderas obras de arte creadas por Curarte, una comunidad artesana de indígenas camëntsá del Putumayo, que le dieron el toque ancestral a la colección.
Complementó la propuesta con mochilas arhuacas en tejido kunsamu, de la Sierra Nevada de Santa Marta; mochilas de cumare tejidas a dedo, de la comunidad guambiana Misak, de Silvia, Cauca; carteritas y pulseras tejidas en palma tetera, de Timbiquí, Cauca; botones tallados de madera en palo e sangre, de la comunidad Cocama de Leticia, Amazonas, y pulseras tejidas en bejuco alin, de San Agustín, Huila. Una epifanía con aire ciento por ciento colombiano, pero con look internacional.