La diseñadora barranquillera se inspiró en el desierto para su colección resort 2020, que presentó en Nueva York.
Por Pilar Luna
Fotos: Cortesía Silvia Tcherassi
Sin duda, Silvia Tcherassi está en las grandes ligas de la moda. De París, Nueva York, Dubai llegan noticias suyas gracias a que, poco a poco, se ha ido ganado un interesante lugar en la agenda de moda internacional. Hace unos días no solo lanzó su colección resort ante un selecto grupo de personalidades neoryorquinas, sino que anunció su llegada a Bergdorf Goodman, una de las tiendas por departamento especializada en moda de lujo más importantes del mundo.
Y cada una de estas conquistas de la barranquillera la posiciona más y la consolida como una de las marcas latinas de moda más importantes del mundo. Hasta ahora, Colombia se empieza a pellizcar con lo que realmente está pasando con su moda y ya no se trata de una simple oleada de creativos conquistando los mercados, sino que ya somos un país con agenda propia en el calendario. Sin duda, Silvia Tcherassi ha sido pionera en esto.
Su resort 2020
Su más reciente colección resort 2020 se inspira en el desierto. Presentada en el hotel Crosby Street en Nueva York, un lugar en pleno corazón de Manhattan que transformó en un jardín exótico, la diseñadora narró una historia de dunas, donde las bellas y naturales formaciones de arena aparecieron en forma de patrones sinuosos que combinó con impresiones geométricas, artísticas y flores.
Desert Bloom habla de tonos neutros y de formas orgánicas. Su inspiración estuvo llena de imágenes del desierto de Atacama en floración y textiles de época. También se fue a Catar con su nuevo museo, un edificio impresionante cuya arquitectura está inspirada en la formación rocosa denominada “rosa del desierto” para tomar algunas de sus siluetas y llevarlas de una manera muy actual a su propia “arquitectura”. Tcherassi construye y deconstruye su ropa con maestría costurera y de ahí se desprende una sastrería cuyos detalles son arriesgados. Sus cuellos puntiaguados y algunos formas sorprendentes reafirman el gran momento por el que atraviesa la diseñadora.
Y como la arena es parte fundamental de su colección, el viento que la mueve aparece de alguna manera con una sutil ligereza en sus texturas y algunas capas sobre capas que hacen las veces de los ropajes propios de estos áridos lugares.