FOTOGRAFÍAS: CORTESÍA CARLO CARRIZOSA
Diseño interior y confort urbano son las claves de Carlo Carrizosa para dotar el guardarropa femenino de la versatilidad y el estilo de esta temporada que apenas comienza. Así es Náufraga, la nueva colección del diseñador bogotano que no deja de sorprendernos con su enfoque artístico del glamur.
El arte es tan importante para Carlo como los textiles e, inclusive, cada hebra que lo ensambla. El legado detrás de una pincelada, de una instalación, un performance, una escultura y, en general, de cualquier expresión plástica del espíritu humano que capture la creatividad del diseñador bogotano le ha dado suficiente tela para cortar desde 2014, cuando le imprimió las primeras puntadas profesionales a su pasión infantil: la creación de vestuario.
Confort urbano o conexión con las raíces podrían describir la evolución que a lo largo de los años ha presentado el sello homónimo de Carlo Carrizosa y que es visible en la funcionalidad del armario del hombre trasladada al glamur de la mujer, conservando una apariencia sofisticada con ciertos toques de sportswear de lujo. Sin olvidar lo que siempre estará presente, temporada tras temporada: el referente artístico y la idea de movimiento y fluidez.
Así lo evidencia en su nueva colección Náufraga, que se basa en la capacidad de la diseñadora californiana Kelly Wearstler para “generar espacios eclécticos, sin estridencias, en los que el arte, el diseño y las proporciones, generan una puesta en escena maravillosa”, explica.
Así como la llamada “diva del maximalismo” no le teme a crear espacios arriesgados, coloridos y en los que lo masculino y lo femenino, lo clásico y lo contemporáneo han revolucionado la industria del diseño estadounidense, Carlo Carrizosa también invita a la mujer a convertirse en su propia propuesta estética, apropiándose del vestuario como el primer espacio habitable, susceptible de intervención y recreación. “Con Náufraga la idea fue convertir a la mujer en una propuesta estética, sin el cliché de una inspiración puntual temática. Por el contrario, la idea fue generar una propuesta que reflejara el espíritu de mi mujer, mucho más multidimensional”, dice el diseñador bogotano y para ello se basó en el equilibrio y en el dinamismo “como el juego de la asimetría los aparentes desbalances para generar dicho equilibrio”.
De este modo, la mujer Carlo Carrizosa se vestirá este otoño de algodones, linos y organzas de tonos blanco, crudo, caqui, nude, verde esmeralda y negro para crear siluetas llenas de prenses, vuelos y volúmenes englobados producidos mediante lazos y cintas que ganan dinamismo al ir de la mano de detalles tan funcionales como masculinos, como los bolsillos tipo cargo, los cuellos, puños, solapas y en general, los elementos estructurales de la sastrería masculina que cada temporada toma un patrón artístico bajo su hilván.