Nueva York, Berlín, Zúrich, Mónaco, Londres, Singapur, Dallas, Ciudad de México, Los Ángeles y ahora Bogotá se unen a la revolución ambiental de la mano de Dauntless, el primer y único sello de moda con certificación PETA en Colombia, que acaba de estrenar su segunda colección de chaquetas de cuero-no cuero.
“Gucci, Net-a-Porter, Tesla… el mundo está cambiando y se está ligando al cliente; hay más demanda de moda sostenible”, dice Paula Maldonado, la creadora no solo de una marca sustentable, sino de una causa que cada vez pisa más fuerte en la escena de la moda. La que hace del verde el nuevo negro y del activismo, la musa eterna.
Se trata de Dauntless, la única propuesta colombiana con la certificación de PETA (Personas por el trato ético a los animales), gracias a su enfoque basado en productos libres de crueldad animal y en el manejo de estándares de trabajo y comercio justos. A través de las dos colecciones de su sello, nacido en Nueva York y que ahora cuenta con el sello ‘hecho responsablemente en Colombia’, Paula ha trabajado por concientizar al consumidor mediante una transformación de sus hábitos de compra (hacer adquisiciones inteligentes o “comprar menos y elegir mejor”, como diría la diseñadora Vivienne Westwood) y, de tal manera, generar un impacto positivo en el planeta.
“Importo sintéticos con apariencia de cuero que, a cambio de la cuerina colombiana tiene poliéster, pero no petróleo.”, explica la diseñadora de Parsons. Y es que el petróleo es el principal agente para que la cuerina, con el uso y el paso del tiempo (a corto plazo) se pela y, al resultar un material deteriorado y que no se puede reutilizar, genera desechos.
“Nuestros materiales son lo más sostenibles posibles y durarán igual, o más, que el cuero; no se pelarán (inclusive, se les puede clavar una uña y la superficie no se levanta). Siendo una marca vegana y sostenible, cada prenda está diseñada para que dure unos diez años”.
TEMPORADA CON DETERMINACIÓN
Por estos días, Dauntless estrena su segunda colección titulada Resoluteen la que los emblemáticos cueros sintéticos se conjugan con gamuzas, igualmente veganas, que armonizan la esencia verde con una paleta que conjuga el otoño mediante los anaranjados, con el invierno que se aproxima a través de fríos y pálidos rosas, contundentes azules profundos e impolutos blancos.
Otra novedad con la que nos seduce Paula es su debut en el diseño de carteras veganas; así que las amantes de las legendarias siluetas como la Tote bag y la Bucket, que no quieren renunciar al estilo ni mucho menos, a su amor por los animales y el ambiente, podrán llevar una Dauntless debajo del brazo.
“Estoy explorando prendas atemporales, que puedas usar todo el tiempo, como sucede con las chaquetas. Me encantaría hacer zapatos, pantalones, crear una línea más extensa, tipo Stella McCartney, pero hay que dar pequeños pasos y darlos bien. Eso hemos hecho”, asegura la activista del glamur que hoy tiene producción in-houseen Bogotá.
Su taller se enfoca en desarrollar productos de calidad y que garanticen también calidad de vida a quienes les dan forma con sus propias manos (la energía más limpia del planeta: la humana) mediante el manejo de estándares laborales justos –que parten desde los salarios adecuados y el apoyo a las mujeres trabajadoras– y el uso de un mismo patrón para todos los entalles (esto evita desperdicios de papel), la utilización de todos los retazos y el corte más preciso para evitar al máximo el desecho de materias primas.