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POR: PILAR BOLÍVAR
FOTOGRAFÍAS: CORTESÍA LOUIS VUITTON Y SHOWBIT

Si Dior tuvo a los Pet Shop Boys como protagonistas de su campaña masculina y Saint Laurent se enfocó en recrear el new wave a través de sus alusiones a este movimiento, faltaba el golpe final de la nueva ola musical de los ochenta en el triunvirato del lujo. Y lo acaba de dar Louis Vuitton con su colección de carteras, dignas de un rockstar.

 

Retomando los poderosos detalles estéticos del glam de los años setenta y los toques industriales y electrónicos de los ochenta que le dieron una forma sintética a las corrientes alternativas de la era pospunk, Louis Vuitton se carga el new wave en sus hombros, con su nueva colección inspirada en esta corriente musical.

Se trata de una propuesta, tan exquisita como funcional, que no solo le rinde tributo a una pieza legendaria de la herencia Vuitton: un baúl que data de la fundación de la casa en 1854, decorado con un motivo gráfico y multicolor que ondulaba como una ola; también es fiel a la dupla entre forma (estética) + contenido (exploraciones sonoras) de la ola que rompió en 1981 la industria musical y juvenil con una serie de subgéneros que iban desde el nuevo romanticismo el rock industrial de Nine Inch Nails, pasando por los sonidos y la visión oscura del glam, propios del rock gótico de The Cure, sin olvidar el pop filtrado por el punk de Blondie y su rock pop y llegando, finalmente al new romantic de Duran Duran y Culture Club y al futurismo digital de la época mediante el culto a los sintetizadores de Depeche Mode y Pet Shop Boys.

 

CLAVES DE DISEÑO

 

Elaborada en una suave y flexible piel de cordero ligeramente acolchada, la serie Luis Vuitton New Wave es la apuesta de la casa por anunciar su nueva actitud hacia el lujo, más juvenil, relajada y, sobre todo, con la versatilidad y practicidad que demanda el incansable mercado millennial. De ahí que cada modelo incluya asas extraíbles con excepcionales toques de diseño, como un motivo de serigrafía de arcoíris que repite el ritmo energético de las olas con el sello Vuitton.

 

Además de la multifuncionalidad que garantizan sus prácticas cadenas removibles, esta línea se adapta a cualquier pinta (aunque su compañero infalible es el cuero, ya sea en una chaqueta o en una minifalda, como ya es tendencia en redes sociales), ocasión y entorno pues cuenta con un estilo de bandolera (en tallas pequeñas o grandes) que se puede usar sobre el hombro, cruzado o corto y también, con formato tote que combina ingeniosamente un espíritu rock con estilo clásico; precisamente, en las múltiples transformaciones que permiten sus cadenas, radica el espíritu pospunk de la colección, pues cada quien elige cómo colgar su cartera New Wave; inclusive ya las hemos visto en Instagram como canguro.

 

Del mismo modo, la paleta de color de la onda New Wave de Vuitton garantiza su atemporalidad; los neoclásicos en negro y rojo tendrán eterna vigencia en la casa del monograma LV, mientras que cada temporada llegará la gama de turno a actualizarla. Por ejemplo, estos días pisan fuerte los colores rosado y el verde de Malibú, evocando un despreocupado estilo de vida californiano.

 

GOLPES PREVIOS DE LA NUEVA OLA

No es la primera vez que la industria del glamur sigue la onda new wave. ¿Influencia subjetiva de sus direcciones creativas? Posiblemente, pues el primer revival de la herencia musical de los ochenta llegó en la primavera-verano 2016 de Yves Saint Laurent, cuando Hedi Slimane aún dirigía la casa y llevó a su desfile en la semana de la moda de París. Una reinterpretación de la emblemática montura ovalada y blanca que popularizó Kurt Cobain e inmortalizó en 1993 durante su última sesión de fotos realizada por Jesse Frohman, captada 30 minutos antes del legendario concierto de la banda Nirvana en Roseland Ballroom (Nueva York), que muestra uno de los looks más recordados y extravagantes del cantante: gorra al estilo de los aviadores antiguos, chaqueta con estampado de leopardo y sus gafas ovaladas que, desde la primavera 2016, se llaman las New Wave de Saint Laurent y se reinventan cada temporada; inclusive han seducido a la descendencia de la escena del rock y las boybands, desde Zoë Kravitz hasta Harry Styles, confirmándose como emblema musical.

 

 

Este año, el turno fue para la onda sintética de los Pet Shop Boys, como protagonistas de la campaña primavera-verano 2018 de Dior Homme, completando la armonía New Wave orquestada desde la primavera 2017 por el diseñador belga, cuando Boy George le puso su dosis de rock sintético con maquillaje de ojos y el acento punk de los arneses y los pines, a la sastrería impecable de la casa francesa y que en otoño del año pasado tuvo su segunda partitura con el sintetizador y los primeros hilvanes de la escena electrónica de Dave Gahan, de la banda Depeche Mode.

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