Por: Pilar Bolívar / Fotografías: Cortesía Tous
A dos años de cumplir un siglo, Tous sigue marcando el paso con sus joyas y accesorios. Hablamos con Marta Tous, una de las cuatro herederas del genio creativo de Rosa Oriol y Salvador Tous y actual directora de I+D de la firma, que por estos días celebra su linaje orfebre y tiene entre manos una colección con artesanos colombianos.
No solo se trata de un oso de metales preciosos y gemas, o craquelado, estampado ni curtido en piel para llevar debajo del brazo, que nació en 1985 como alternativa a las clásicas estrellas y los corazones que en los ochenta empalagaron el segmento de los accesorios.
Detrás de una de las firmas españolas con más tradición hay mil historias contadas a través de cada una de las líneas de joyas, fragancias, relojes, ropa para bebés, gafas y accesorios y carteras y marroquinería que festejan cada fecha especial con brillo, elegancia, juventud, clase y la ternura como valor universal y ADN de la firma.
Una nueva colección no es solo un desafío, sino también la oportunidad de reinvención para Marta Tous, la menor de las cuatro herederas de una de las pocas compañías familiares que sobreviven en la escena de la moda y quien en 1994 —año en el que la firma abrió sus primeras vitrinas en Madrid— se vinculó al negocio de sus padres asumiendo la Dirección del Área de Taller de posventa de joyería. Se metió tanto en el diseño y control de la producción de nuevas colecciones, compartiendo el trabajo con su madre Rosa, que juntas crearon el Departamento de I+D, que está bajo su dirección desde 2010.
“De mi madre heredé la persistencia, el hecho de no quedarme nunca tranquila, de no pensar que todo lo tienes bien y controlado, sino siempre preguntándome cómo puedes mejorar; eso es clave porque en el momento que creas que lo estás haciendo bien, va a venir otro y te va a sacar. Es siempre preguntarte cómo puede ser todo mejor. Recuerdo que a mi madre le decían: ‘si ya está bien, déjalo así’ y ella no lo dejaba así, lo cambiaba. Y así soy yo”, cuenta Marta.
¿Cómo mantener vivo el ADN de la marca sin que se sienta aburrido?
Al hacer tantas colecciones al año, te obligas a reinventarte y a ir pensando siempre en cómo puedes aplicar dicho ADN. Hacemos un sesenta por ciento de colecciones con el oso y un cuarenta sin este. También el hecho de pensar para niña, para mujer, con oro, con diamantes, con plata, eso nos da mucha variedad.
¿Cuál es la línea que más disfruta diseñar?
Las que pones a la venta y tiene muchísimo éxito. Como diseñadora creo que es la parte más importante porque quiere decir que tu trabajo le gusta a mucha gente. Cuando haces cosas pensando mucho en ti, siendo muy creativo y especial, te emocionas y te encanta a ti, pero seguramente es más difícil a la hora de la venta.
¿Cuál es tu material favorito?
Me encanta trabajar con gemas y oro y, a veces, empezar a mezclar titanio.
¿Tu gema favorita?
Me apasiona el diamante por sus características, pero me encantan las piedras con color: el rubí, la esmeralda, el topacio, la amatista… Todas las que tienen color.
¿Cuál ha sido el desafío más grande que ha enfrentado en Tous?
Mis primeros años en el taller hice joyería porque quise aprender cómo se hacen las joyas; luego empecé a diseñar y siempre me daba miedo, pensaba si sería capaz de seguir orientando las colecciones porque Tous es una empresa, somos muchos trabajadores, y eso implica pensar en los resultados y en sus ventas. Pensar en colecciones en plata o en oro y que debían venderse muy bien fue un reto que me hizo sentir mucho miedo.
¿Cuál ha sido la colección que más la ha marcado?
Como siempre, las primeras colecciones. Hice un par de colecciones que mi madre me confió —eso que hacen las madres— y las saqué; pero no se vendió nada y eso fue un poco frustrante, naturalmente. La tercera que hice que fue con casas y ropa tendida y se empezó a vender, no fue mucho, y por eso la tengo presente siempre.
¿Tiene algún momento en el que la creatividad se estanca?
No, gracias a que estamos organizadas como la moda, por temporadas; pero la diferencia es que elegimos un tema por año porque la moda va demasiado rápido, mientras que las joyas toman más tiempo y deben durar para siempre. Seguimos la moda, pero con cuidado y por ello buscamos en el mercado las tendencias y vemos dentro de la casa qué estrategias necesitamos y hacemos un mix.
¿Cómo ve el mercado de las joyas y la dinámica de Tous en Colombia?
En Colombia gustan mucho las joyas; por un lado, tienes más competencia, pero por el otro hay más público, hay más gente a la que le gustan y las compra. Ahora estamos haciendo un ejercicio para entender más la artesanía de Colombia pues es un tema apasionante por lo que está hecho a mano. Estamos probando hacer una colección de la mano de artesanos colombianos.
¿Ya hay prototipos?
Estamos mirando el tema de la filigrana pues fuimos a Artesanías de Colombia y conocimos algunas tradiciones de ciertas etnias: los wayúu y sus tejidos y los zenúes, con la caña flecha, por ejemplo; de ahí nos gustaría tomar esas técnicas y aplicarlas a la joyería. Aún no sabemos cómo lograr esos tejidos porque hacerlos en metal no es fácil. La técnica más directa es la de la filigrana seguramente, pensaríamos en hacer el oso en filigrana.
¿Será una colección global?
El proyecto que tenemos será una colección de Colombia solo para Colombia, habrá otra solo para Rusia y así sucesivamente, pero siempre dándole el toque añadido nuestro a las técnicas o características del país en cuestión. Como consumidora, cuando vas por el mundo y encuentras Vuitton, Chanel, etc. puedes estar en Milán, París o Nueva York, pero ves más o menos lo mismo en sus boutiques. Nos interesa la idea de que cada país es muy importante y por eso merece tener una colección propia con el estilo de Tous. Hace 25 años, cuando viajabas y querías tener un ojo turco debías ir a Turquía por él, pero ahora que todo se ha mezclado, y cada uno usa de todo, ya no sabes de dónde es. Me parece bonito que cada uno retome sus símbolos.
¿Tal vez es la alternativa al fervor digital de la época?
Sí y al final debes ir en esa dirección; pero el discurso actual también habla de cuidar las ciudades, las tradiciones y lo propio porque entre tanta globalidad se pierden muchas cosas. Vale la pena ponerle atención a una técnica artesanal y sumarla a nuestro portafolio, pero no nos la quedamos (ya no se sabe de quién es qué y de dónde sale); es importante volver a ese respeto, tener sus raíces y por eso quedé entusiasmada con la artesanía colombiana, ya que es brutal el apoyo que le da el Gobierno.
¿Cuál es la apuesta de Tous para este 2018?
El tema del 2018 es The Real Shadow porque queremos enseñarle a la gente el valor de la joyería (se ha perdido el valor de los metales), si son gemas naturales o sintéticas, recalcar el carácter sostenible de las joyas porque no las tiras, sino que las puedes reparar, refundir, etc. La joya en sí tiene dos vertientes importantes: una es cuando la recibes, en el momento que te la regalan, entonces hay una carga sentimental importante y cada vez que te la pones recuerdas ese momento. Luego está la joyería que guarda un significado por sí misma: las manos de Fátima, la estrella, etc. y eso va vinculado con la energía de las gemas (la joyería poderosa en sí, como con magia y simbolismo) y las técnicas aplicadas. Este 2018 estamos desarrollando todo esto más otro factor importante que es que cada uno le pone su toque personal a esa pieza. Le apostamos al mix & match, elegir el color, el cordón, la gema y cada uno la acopla a su estilo.
Es la onda de la personalización
Sí, lo empezamos en 2017 con Tous Medallions, que es una colección de medallones en la que cada uno tiene su significado. Por otro lado, hicimos cadenas: con bolitas, gemas, etc. y el cliente podía elegir qué cadena con qué medalla y potenciamos el hecho que si tienes una medalla en casa, solo es que te la cuelgues; es recuperar el valor de la joya. Por estos días tenemos una colección de anillas que vas añadiendo a tu propio gusto. La gente quiere hacérselo, pero al mismo tiempo quiere que sea fácilmente reconocible, dar a conocer de qué casa es.
¿Cuál ha sido el diseño más exitoso de tu trayectoria en Tous?
El oso en ónix; recientemente, hicimos otra colección, que se llama Camille en la que el oso va elaborado en cabujón.
¿Cómo se ha transformado la mujer Tous?
Siempre hablamos de un ADN de espíritu joven y cuando sacamos las joyas no pensamos en: ‘esto va a ser para una mujer más mayor’; intentamos que esto lo puedo llevar yo, una mujer de 70 y una de 20. Evidentemente, hay matices en cuanto a la comunicación, pero en la joyería —a diferencia de la bisutería en la que sí te puedes expresar mucho más— siempre intentamos no pasarnos y respetar un límite estético porque ya con el oso y todo podemos parecer bisuteros: Las joyas pueden servir para cualquier edad ya que ofrecemos pendientes pequeños y ahora que está tan de moda usar varios aretes pequeños en una misma oreja, nuestra propuesta cae fenomenal.
¿Cuántas personas integran el taller de joyería?
Quienes hacemos las colecciones de joyas somos quince. Pero luego tenemos el taller de Sabadell que son noventa o cien operarios, el de bolsos que son unos ochenta, también tenemos proveedores en India, China y Hong Kong y llevamos muchos años trabajando con ellos y por eso les enviamos el dibujo o el diseño en 3D y ellos nos cortan las piedras; solo somos los quince, pero nos alimentamos entre todos. Carteras, relojes y gafas tienen sus propios equipos, yo superviso que todas las colecciones sigan el mismo hilo conductor.
¿Cuál es la mujer icono de Tous?
Paula Echevarría porque es muy guapa y cuando usa las joyas, se le ven. Por ejemplo, Gwyneth Paltrow es muy guapa, pero no todo le resalta: tiene esa melena rubia y la piel blanca, y no es muy fácil que las joyas resalten; mientras que a Paula todo lo luce muy bien. Además, es muy buena persona y eso hace que brille por sí misma.
¿A quién quisieras ver con una joya de Tous?
Hay muchas, me gustaría que las usara Alaska, una transgresora muy interesante, y Angelina Jolie.
