Creatividad, formas inesperadas y materiales prémium son las claves de las carteras que esta temporada hacen de la irreverencia el must.
Ya no se trata de la it bag ni de las más clásicas y legendarias carteras de las casas de moda; por estos días las formas más divertidas (o extrañas), las texturas descontextualizadas y los tamaños cada vez más pequeños son los aliados del look.
Y es que esta temporada, la creatividad florece y las ideas más alocadas se llevan debajo del brazo: desde carteras con forma de garra al estilo de Marco de Vincenzo, pasando por latas de aerosoles y Biker Jackets (Moschino), lámparas barrocas con borlas, flecos y terciopelo, hasta fajos de dólares, con el brillo de Alexander Wang.
¿Amas a tu mascota? Entonces la cartera con forma de perro de Thom Browne será tu mejor amiga y si eres una fanática de los osos de felpa, podrás combinar tu oso Teddy con tu outfit gracias a Philipp Plein. En esta misma onda, pero con sabor retro, están las loncheras de Pequeño Pony de Moschino y los monederos en formato XL de Coach.
Pero si buscas una alternativa pop, los diseños lady-like de Prada se tapizan de cómics, mientras que Dolce & Gabbana hace de sus carteras deliciosas bandejas de cannoli y casatas sicilianas. O si quieres una declaración de intenciones, los escudos de armas de Balenciaga están al alcance de tu mano.
No obstante, la funcionalidad es clave; así lo evidencian los tamaños XXS de las propuestas cúbicas de Paco Rabanne, los minineceseres de Carolina Herrera, los maletines con luces de automóviles y las capas para carteras de Balenciaga que dejan en claro el carácter nómada de Demna Gvasalia. Sin duda, la más ingeniosa es la it bag.