Algunos trinos y mensajes que circularon por las redes sociales, señalan que la nueva figura de la cantante de 29 años y sus audaces looks, son los amuletos para que la artista barbadense continúe ganando reconocimientos y componiendo canciones número uno en las listas de Billboard.
Cuarzos y diamantes acompañaron este look futurista. Las botas a la rodilla que usó la artista, fueron confeccionadas con el material del vestido.
El noveno megáfono que recibió la cantante de pop en los Premios Grammy 2018, no causó tanto debate como su vestido con corte gabardina, color chocolate y en látex de Alexandre Vauthier, que enloqueció al público y a las cámaras al revelar las nuevas medidas de la cantautora de Diamonds: caderas pronunciadas y piernas voluptuosas.
Cuando subió esa misma noche al escenario, para interpretar junto a Bryson Tiller y Khaled, Wild Thoughts, su vestido rosa ajustado con dobladillos asimétricos de Adam Selam con 275.000 cristales incrustados, dio la estocada final para que los asistentes del Madison Square Garden (Nueva York), aplaudieran no sólo a una talentosa e icónica música, sino también a una musa de la moda, quien ahora lleva unos kilos de más con admirable confianza.
Joshua Werber, experto en tocados, se encargó de crear una corona especial para el outfit que Rihanna usó en la presentación de esta versión de los Grammy.
Desde el 2017, los medios de comunicación empezaron a compartir la nueva apariencia de Rihanna, quien se convirtió en material para inventar historias sobre un posible embarazo o trastornos alimentarios. Esos rumores no tuvieron mayor eco cuando la celebridad reconoció ser una mujer orgullosa de sus curvas, a quien no le da miedo tomar decisiones arriesgadas cuando se trata de su estilo: “me siento complacida de tener un cuerpo fluctuante”, señaló en una entrevista para un portal norteamericano.