Los dictámenes de la moda dicen que este año estará marcado por el denim en todas su versiones, así que aprovecha y únete a la causa para un consumo más responsable.
Por Adriana Gómez *
Las tendencias para la temporada hablan del refinamiento y de sostenibilidad como eje central para el desarrollo de los textiles, de los acabados y de las prendas. La tecnología es el primer aliado en el cambio de consciencia que está teniendo el consumidor para ser amigable y responsable con el medio ambiente. Y nos trae nuevas fibras y mezclas como Lyocell, viscosa, rayón, lino, seda y bambú; aportando tejidos suaves y delicados y siluetas refinadas para el mercado casual y formal, teniendo como prioridad la comodidad, la resistencia, el fácil lavado y el uso.
Jeans posconsumo
Como la sostenibilidad es un tema crucial en el campo del denim, se destacan no solo desarrollos tecnológicos, sino además la manera responsable de consumo y la forma de reciclar las fibras. Jeans desarrollados con telas con hilos reciclados y transformados en nuevos. Una línea de productos bajo el concepto Re-Create, a través de Alliance for Responsable Denim, una plataforma para la colaboración entre marcas de denim ecoconscientes.
El nuevo azul
Con su tecnología de tinte índigo único y sostenible, Carmine Blue es una tonalidad de añil puro inspirado en la vendimia que utiliza aditivos de colorantes orgánicos certificados, lo que contribuye a un medio ambiente más limpio y saludable.
Lavado inteligente
Este desarrollo tiene lavados especiales hechos con EcoDyes. Utiliza menos productos químicos y más residuos de tinte para que sea sostenible. Para la temporada primavera verano 2018 los tejidos tendrán aspectos más refinados, sutiles, suaves y livianos.
Los nuevo textiles
Los tejidos se renuevan y se inspiran en décadas pasadas donde las apariencias rústicas y de aspectos burdos transforman las prendas, tejidos como canvas, espina de pescado, doble ring, cross, piqué, tramas de color, satín y jaquards, entre otros.
Las siluetas infaltables
Lo más contundente es la migración definitiva del denim a otros universos del vestuario, como el formal y el de lujo. Algunas de las siluetas más importantes serán:
Chaquetas oversize, amplias, desestructuradas, buscando fluidez y comodidad, en tejidos livianos con tencel y con mezclas como algodón, lino e incluso seda; vestidos sastre inspirados en el mundo masculino, blazer y pantalones con botas rectas y acampanadas con tejidos satinados y aspectos lustrosos; botas amplias y desflecadas; blusas con volantes; kimonos de denim ultraliviano de rayón, tencel o Lyocell con mezclas de sedas, estampados láser o con procesos de lavandería artesanales; pantalones XL livianos y sobredimensionados desde la cintura hasta las botas, en tejidos rústicos; enterizos inspirados en las prendas de trabajo, con aspectos vintage y acabados de desgaste fuertes o con tejidos tipo satín y recubrimientos con brillo; sporty denim en los tejidos donde las telas burdas se hacen con fibras de índigo y elastómeros y las siluetas son confortables con cinta elástica, franjas y sesgos en los costado de las prendas.
Acabados y procesos
La tendencia es ser ecológicos y tener un menor impacto en el medio ambiente, a través de procesos con ozono, láser y menos consumo de agua. Estos serán los procesos clave para esta temporada:
Láser con diseños de follajes, camuflados, geométricos e imitación jaquards; parches sobre posición de telas en distintas partes de la prenda; destrucción del tejido; recubrimiento con resinas para efectos cuero, engrasado y toques de brillo; parches vulcanizados para sobreponer sobre los rotos; patchwork; salpicaduras de pintura; estampación metalizada; tye dye; decoraciones con cristales, apliques, bordados, dibujos figurativos; arrugas permanentes y teñidos con pigmentos localizados.